Beneficios de la uva – La uva, además de nutrir, ejerce un efecto beneficioso sobre nuestro organismo debido a la presencia de sustancias no nutritivas pero muy saludables, como son:
- Resveratrol, Se trata de una sustancia presente sobre todo en la piel de la uva negra y roja, de acción antifúngica (impide el crecimiento de hongos) y sobre todo antioxidante. Recientes investigaciones han puesto de manifiesto que además posee propiedades anticancerígenas.
- Flavonoides (como la quercitina), antocianos (pigmentos vegetales ausentes en las uvas blancas y verdes) y taninos, que actúan como potentes antioxidantes, impidiendo los efectos del envejecimiento así como la oxidación del colesterol y la formación de trombos en las arterias.
Efectivamente, el gran valor terapéutico de la uva se explica en razón a su contenido en sustancias nutritivas y no nutritivas:
- Es un excelente laxante, que ayuda a combatir el estreñimiento, además de equilibrar la flora intestinal, debido a su contenido en fibra.
- Protege del cáncer debido a la presencia de resveratrol.
- Refuerza las defensas de nuestro organismo debido a su contenido en sustancias antioxidantes (resveratrol, flavonoides, antocianos y taninos).
- Retarda el envejecimiento debido a la presencia de antioxidantes.
- Es muy depurativa debido a su alto contenido en agua y fibra.
- Es un remedio natural en casos de fatiga, anemia, estrés físico y mental por la acción tonificante de los azúcares y vitaminas que contiene.
- Previene de las enfermedades cardiovasculares debido a la presencia de flavonoides y resveratrol.
¿Qué enfermedades ayuda la uva?
3. Previenen la diabetes y la hipertensión – Especialmente las uvas negras o tintas contienen elevadas cantidades de compuestos llamados «fitonutrientes», los cuales ayudan con un efecto protector para prevenir enfermedades como: diabetes, hipertensión, entre otras.
¿Cuántas uvas debes comer al día?
Consume tu variedad de uvas preferida, respetando siempre la porción recomendada ( aprox.15 unidades ).
¿Qué vitaminas tiene la uva y para qué sirve?
Resveratrol: Las uvas son ricas en este compuesto fitoquímico polifenólico. El resveratrol es uno de los poderosos antioxidantes que juega un papel protector contra el cáncer de colon y próstata, enfermedad coronaria (CHD), enfermedad nerviosa degenerativa, enfermedad de Alzheimer e infecciones virales / fúngicas.
- El resveratrol reduce el riesgo de apoplejía al alterar los mecanismos moleculares dentro de los vasos sanguíneos.
- Lo hace, en primer lugar, reduciendo la susceptibilidad del vaso sanguíneo a través de la disminución de la actividad de la angiotensina (una hormona sistémica que causa constricción de vasos sanguíneos que elevaría la presión arterial) y, en segundo lugar, a través del aumento de la producción de sustancias vasodilatadoras.
causa la relajación de los vasos sanguíneos). Las antocianinas: Son antioxidantes polifenólicos presentes abundantemente en las uvas rojas. Se ha encontrado que estos fitoquímicos tienen una actividad antialérgica, antiinflamatoria, antimicrobiana y anticancerígena.
Las catequinas: Otro tipo de grupo de antioxidantes con tanino flavonoide, descubiertas en las variedades blancas / verdes también han demostrado poseer estas funciones de protección de la salud. El cobre y el manganeso: Son cofactores esenciales de la enzima antioxidante, superóxido dismutasa. El hierro: Este se concentra especialmente en las pasas.
Razones para consumir uva: Las bayas son muy bajas en calorías. Además, 100 g de uva fresca contienen aproximadamente 191 mg de electrolito beneficioso para la salud (potasio).100 g de uva fresca solo proporcionan 69 calorías, pero niveles de colesterol cero.
¿Qué pasa si consumo uvas todos los días?
https://sputniknews.lat/20211008/lo-bueno-y-lo-malo-de-comer-uvas-todos-los-dias-1116891425.html Lo bueno y lo malo de comer uvas todos los días Lo bueno y lo malo de comer uvas todos los días La nutricionista Yana Grishina explicó a la versión rusa de Sputnik que el consumo de uvas no causa ningún daño al organismo, siempre y cuando la porción.08.10.2021, Sputnik Mundo 2021-10-08T11:08+0000 2021-10-08T11:08+0000 2021-10-08T11:08+0000 estilo de vida fruta uvas beneficios 🥚 alimentación enfermedades cardiovasculares vitaminas /html/head/meta/@content /html/head/meta/@content https://cdn2.img.sputniknews.lat/img/07e5/0a/08/1116891392_224:0:1698:829_1920x0_80_0_0_d84ceabcf0024bd48ae425804e586e71.jpg Las uvas negras y rojas son las más saludables para el organismo, según la especialista, ya que pueden normalizar la presión arterial y beneficia a las personas con enfermedades cardiovasculares.Agregó que si bien las variedades de esta fruta son conocidas por sus propiedades antioxidantes, las uvas oscuras poseen más componentes que ayudan al organismo a bloquear el proceso de daño celular y tisular, también a limpiarlo de toxinas e impurezas.Grishina recordó que las uvas contienen un tercio de la vitamina C diaria que requiere el organismo para el mantenimiento del sistema inmune, vitaminas del grupo B que desempeñan un importante papel para impulsar el metabolismo y ayudan a normalizar el peso.
Estas vitaminas también tienen un efecto positivo en las células nerviosas, aumentando la resistencia al estrés del organismo. En consecuencia, las personas se relajan y son capaces de recordar la información con mayor facilidad.Si bien las uvas son dulces, la nutricionista aclaró que no afectan a los niveles de azúcar en sangre porque tienen un índice glucémico bajo y por eso se pueden consumir sin riesgo de desarrollar diabetes.
Sin embargo, aquellas personas que tienen una enfermedad crónica deberían reducir al mínimo o evitar por completo las uvas.La especialista concluyó que la función principal de los ácidos contenidos en las uvas es crear microflora, acelerar el metabolismo y mejorar la digestión, pero también ayudan a mantener el entorno ácido-alcalino en el cuerpo y sus componentes como el ácido ámbar que ayuda a la respiración celular, el ácido salicílico que tiene un efecto antiséptico y los ácidos málico y tartárico que incluso podrían prevenir el desarrollo de cáncer.
https://sputniknews.lat/20210728/cual-es-la-cantidad-ideal-de-frutas-para-el-organismo-y-quienes-deben-evitar-su-consumo-1114574722.html Sputnik Mundo [email protected] +74956456601 MIA „Rosiya Segodnya” 2021 Sputnik Mundo [email protected] +74956456601 MIA „Rosiya Segodnya” Noticias es_ES Sputnik Mundo [email protected] +74956456601 MIA „Rosiya Segodnya” https://cdn1.img.sputniknews.lat/img/07e5/0a/08/1116891392_408:0:1513:829_1920x0_80_0_0_8146b387acce9efe4f9ec3a97ea92e4d.jpg Sputnik Mundo [email protected] +74956456601 MIA „Rosiya Segodnya” fruta, uvas, beneficios, 🥚 alimentación, enfermedades cardiovasculares, vitaminas fruta, uvas, beneficios, 🥚 alimentación, enfermedades cardiovasculares, vitaminas La nutricionista Yana Grishina explicó a la versión rusa de Sputnik que el consumo de uvas no causa ningún daño al organismo, siempre y cuando la porción consumida no supere la norma de calorías diarias.
Además, reveló las variedades de uvas más saludables y los horarios en los que se debe evitar el consumo de esta fruta. Las uvas negras y rojas son las más saludables para el organismo, según la especialista, ya que pueden normalizar la presión arterial y beneficia a las personas con enfermedades cardiovasculares,
- El número de ácidos orgánicos que contienen es asombroso: ácido gálico, ácido cítrico, ácido tartárico, ácido fórmico, ácido oxálico, ácido málico, ácido succínico y ácido salicílico.
- Hay que tener en cuenta que las uvas son líderes en contenido de fructosa y pueden provocar hinchazón, por lo que no se recomienda consumirlas entre comidas”, señaló.
Agregó que si bien las variedades de esta fruta son conocidas por sus propiedades antioxidantes, las uvas oscuras poseen más componentes que ayudan al organismo a bloquear el proceso de daño celular y tisular, también a limpiarlo de toxinas e impurezas.
Grishina recordó que las uvas contienen un tercio de la vitamina C diaria que requiere el organismo para el mantenimiento del sistema inmune, vitaminas del grupo B que desempeñan un importante papel para impulsar el metabolismo y ayudan a normalizar el peso, Estas vitaminas también tienen un efecto positivo en las células nerviosas, aumentando la resistencia al estrés del organismo.
En consecuencia, las personas se relajan y son capaces de recordar la información con mayor facilidad. Si bien las uvas son dulces, la nutricionista aclaró que no afectan a los niveles de azúcar en sangre porque tienen un índice glucémico bajo y por eso se pueden consumir sin riesgo de desarrollar diabetes. 28 de julio 2021, 17:56 GMT La especialista concluyó que la función principal de los ácidos contenidos en las uvas es crear microflora, acelerar el metabolismo y mejorar la digestión, pero también ayudan a mantener el entorno ácido-alcalino en el cuerpo y sus componentes como el ácido ámbar que ayuda a la respiración celular, el ácido salicílico que tiene un efecto antiséptico y los ácidos málico y tartárico que incluso podrían prevenir el desarrollo de cáncer.
¿Cuántas uvas debo comer para bajar de peso?
¿Las uvas engordan? Esto es lo que nos aporta esta fruta Pincha aquí para descubrir cuáles son las mejores frutas para comer cuando estés a dieta / unsplash Las gran lista de variedades de uvas que existen es interminable. Las uvas rojas, las moradas, las verdes.
incluso las hay hasta sin pepitas. Las solemos consumir en racimos como, snack, en zumo, como acompañamiento de algunos platos. y no podemos olvidarnos que es la fruta de donde proviene el vino, eso sí, solo de aquellas que son propicias para su elaboración. unsplash Es una fruta muy popular gracias a su textura y sabor tan dulce que para muchos podría parecer que estuviera comiera una chuche.
Pero esto a su vez, le ha creado algo de mala fama ya que de esta fruta se dice que es de las peores para las dietas por su alto contenido glucémico, aunque en realidad tiene un nivel medio. Todo en su justa medida es perfecto por lo que te vamos a dar una alegría y te vamos a mostrar cuáles son todas las propiedades buenas que tiene esta fruta para que de una vez derribes los mitos que la rodean.
Si estás en una dieta de adelgazamiento, con comer un puñado de uvas siempre sin excederte en la cantidad, unos 100g es la media recomendada, no causaría mayor problema, Si lo haces en las primeras horas del día (y la evitas en la cena) mucho mejor, ya que podrás quemar las calorías a lo largo de la jornada.
Además, entre sus nutrientes se encuentran las proteínas, vitamina C, fibra, potasio y hierro. Vídeo. Estas son las frutas que puedes comer si estás a dieta / unsplash
¿Cuál es la mejor hora para comer uvas?
Prueba a consumir uvas pasas por las mañanas o en cualquier momento del día – Una de las principales razones por las que se recomienda comerlas a primera hora de la mañana es por su contenido en carbohidratos. Estos son necesarios para que el organismo pueda obtener energía y estar activo y dispuesto a las distintas actividades.
¿Cuál es mejor la uva verde o morada?
¿Qué diferencias hay entre la uva verde y la morada? Estas frutas son ricas en antioxidantes, vitaminas y minerales. Las uvas son un alimento milenario con alto valor nutritivo, ideales para ser incluidas en una dieta saludable. Pertenecen a la familia de las vitáceas y, dependiendo de su color, aportan diversos beneficios al organismo.
- Además, son ricas en fibra, en carbohidratos, vitamina C y entre sus minerales destacan el potasio, el cobre y el hierro, aunque también contienen calcio, fósforo, magnesio, manganeso, azufre y selenio, de acuerdo con un artículo publicado en el diario La Vanguardia, de España.
- Esta es una fruta rica en antioxidantes, los cuales se encuentran principalmente en su cáscara, hojas y semillas, proporcionando diversos beneficios para la salud, como prevenir el cáncer, evitar la fatiga muscular y mejorar el funcionamiento del intestino.
Cada variedad de ellas posee propiedades específicas, obteniéndose más beneficios cuando se varía el consumo de uvas verdes y moradas, asegura el portal de salud y bienestar Tua Saúde. Las bondades saludables se deben a que las uvas, principalmente las moradas, son ricas en taninos, resveratrol, antocianinas, flavonoides y catequinas, entre otros compuestos, que le proporcionan propiedades bioactivas, asegura la mencionada fuente.
En el listado de beneficios que le brinda a la salud está, por ejemplo, la prevención del cáncer, debido a que, aparte del resveratrol, son ricas en compuestos fenólicos, que son antioxidantes que mantienen el desarrollo adecuado de las células. De igual forma, la uva de este color ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares: sus componentes antocianinas, taninos y flavonoides ayudan a relajar los vasos sanguíneos, a favorecer la disminución del colesterol y a evitar el surgimiento de aterosclerosis (formación de placas en las arterias).
También son buenas para la cicatrización de heridas, debido a que el resveratrol podría ayudar a acelerar el proceso. Aportan a mejorar la condición de los intestinos, especialmente cuando son consumidas con cáscaras y semillas, lo que aumenta su contenido de fibras, precisa Tua Saúde.
- Sus propiedades también son relacionadas con un fortalecimiento del sistema inmune y sus semillas ayudan a cuidar a los riñones e intestinos, afirma el portal Cocina Delirante.
- Por último, al ser ricas en ácido fólico, pueden ayudar a prevenir el desarrollo de enfermedades como la anemia.
- Las uvas verdes, por su parte, pueden plantarse y producirse con mayor facilidad y su consumo también ofrece beneficios importantes al cuerpo.
Por ejemplo, se dice que al ser ricas en minerales como hierro y potasio, aumentan la oxigenación de las células, por lo que son clave para mejorar la circulación. Al tener menos azúcar que las uvas moradas y ser ricas en vitamina B1, que es fundamental para el procesamiento de carbohidratos en el organismo, las verdes pueden ayudar a controlar los niveles de glucosa en la sangre, asegura Tua Saúde.
¿Qué pasa si como uvas en ayunas?
Potasio – Esta fruta tiene gran contenido en potasio lo que ayuda a favorecer el buen funcionamiento de los músculos y la presión arterial, por lo que es un gran aliado para los deportistas Las uvas se recomiendan en dietas détox. Contienen potasio, ayuda a eliminar el exceso de líquidos de nuestro cuerpo, especialmente el zumo de uva en ayunas.
¿Qué tipo de uva es la mejor?
A la hora de elegir una variedad de uvas para comer es aconsejable decantarnos por la negra, ya que su pigmentación le dota de un mayor número de nutrientes fundamentales, pero la blanca es también muy recomendable, y por ello es importante que sepamos los beneficios y los inconvenientes de cada una de ellas.
¿Qué uva tiene más azúcar?
Si hay algo en lo que todos los nutricionistas están de acuerdo, es que el consumo de azúcar debe mantenerse al margen. Dado que las frutas son ricas en agua, fibra y vitaminas, son mucho mejores que otros alimentos con alto contenido de azúcar. Pero aún así, si lo que buscas es perder peso o reducir tu consumo de azúcar y carbohidratos haría hay ciertas frutas que debes evitar comer en exceso.
Lee también: ¿Buscas un estilo de vida mucho más saludable y amigable con el medio ambiente? Tienes que conocer Innata Conoce los gramos de azúcar por porción de cada fruta. Una vez que los identifiques pensarás dos veces antes de consumirlas de forma constante. Solo es necesario cuidar las porciones y no rayar en el exceso.
Higos Los higos son las frutas más densas en azúcar que hay, con aproximadamente 8 gramos de azúcar en solo un higo mediano. Una porción de higos por lo general equivale a 32 gramos de azúcar en total en tu porción. Uvas
En una taza de uvas rojas y jugosas, encontrarás 15 gramos de azúcar, Aunque algunas uvas son más dulces que otras; las uvas verdes, por ejemplo, tienen 12% más azúcar. Eso es lo que les da su sabor super dulce. Lee también: ¿Sabías que estos alimentos provocan el envejecimiento prematuro de tu cuerpo? Lychees
Esta fruta exótica se ha convertido en la favorita de muchos. Cubiertos por piel roja, el interior blanco de la fruta es súper dulce al gusto. Una taza de lychees tiene casi 30 gramos de azúcar, Sin embargo, la misma taza tiene también más del 100% del valor diario recomendado de vitamina C. Cuida las medidas. Mangos
Si comes toda la fruta, estarás comiendo 46 gramos de azúcar, ¡eso es más azúcar que la mayoría de las donas! Sin embargo, en una porción de taza, hay 23 gramos de azúcar, aproximadamente la mitad que el mango completo. Lee también: Sigue estos tips para controlar las porciones de tus alimentos y evitar los kilos de más Cerezas
Las cerezas secas son mucho más densas en contenido de azúcar que las frescas. En ⅓ de taza de cerezas secas, hay casi 30 gramos de azúcar, Sin embargo, en una taza de cerezas frescas, hay casi 20 gramos de azúcar, Pero, las cerezas también tienen varios beneficios para la salud por sus antioxidantes y compuestos antiinflamatorios.
¿Qué contiene la uva roja?
Descripción – La uva roja pertenece a la familia de las Vitáceas. La vid roja es un arbusto trepador, es leñosa y suelen crecer hasta aproximadamente 30 metros de altura. Necesita de climas cálidos para su cultivo. Su fermentación da como resultado final el vino.
- Las variedades más conocidas son Tempranillo, Garnacha, mencía, Monastrell, Cabernet Sauvignon,Merlot, Syrah.
- Propiedades y beneficios: Entre los minerales que posee la uva roja destacan el Potasio, Cobre, Hierro, Magnesio, Manganeso y Zinc.Posee más Potasio, ácido fólico o vitaminas del grupo B que la blanca.
Su poder antioxidante también es mayor debido a los taninos y polifenoles. Tienen menos azúcar que la blanca por ello es un poco menos dulce. Es el alimento ideal para después de excesos de comidas dadas sus funciones para limpiar y regenerar el organismo.
Es diurética y ayuda con la eliminación de líquidos. La uva ayuda en la correcta circulación de la sangre, evitando así la formación de coágulos. Previene el envejecimiento gracias al resveratrol, presente en la piel de la uva. Poseen una acción contra las bacterias y hongos, por lo que nos protegen frente a algunas enfermedades.
Son buenas para lucir una piel radiante gracias a los antioxidantes que contienen. Nos protegen contra enfermedades cardiovasculares. Se dice que es un medicamento natural contra las migrañas, si lo tomas en zumo y en ayunas. Es un laxante natural gracias a su contenido en fibra.
Nos ayudan a reducir el ácido úrico. Valor nutricional por cada 100gr: Energía: 69 kcal Proteína: 0,72g Carbohidratos: 18,1g Fibra: 0,9g Azúcar: 15,48g Grasa: 0,16g Grasa Saturada: 0,054g Grasa Poliinsaturada: 0,048g Grasa Monoinsaturada: 0,007g Colesterol: 0mg Sodio: 2mg Potasio: 191mg Conservación y trucos: La mejor forma para su conservar la uva roja es guardarlas en la nevera dentro de una bolsa.
Receta y usos en la cocina: Son una excelente materia prima para la elaboración de vino tinto, pero también pueden ser usadas para elaboración de jaleas, zumo de uvas y mermeladas. Para la elaboración de una deliciosa mermelada de uva roja tendrás que poner en una olla 300gr de uva roja, 200gr de azúcar y el zumo de un limón.
¿Qué pasa si como uva en la noche?
Las frutas que debes evitar por la noche – Debes evitar las frutas ácidas como las naranjas, las mandarinas, las uvas, la piña, las ciruelas o los arándanos, ¿Razones? Impedirán que concilies el sueño y te pueden provocar acidez estomacal. Tampoco has de comer kiwi, plátano, fresas, frambuesas o mango, ya que contienen mucha fructosa, lo que tu cuerpo convertirá en azúcar y, al no gastarla porque es de noche, se transformará en grasa.
¿Qué perjudica el exceso de uvas?
Posiblemente ineficaz para. –
- Fiebre del heno, La ingesta de extracto de semilla de uva no parece disminuir los síntomas de alergia estacional ni la necesidad de usar medicamentos para la alergia.
- Náuseas y vómitos causados por el tratamiento con medicamentos contra el cáncer, Beber jugo de uva 30 minutos antes de las comidas durante una semana después de cada ciclo de quimioterapia no parece reducir las náuseas o los vómitos causados por la quimioterapia.
- Vejiga hiperactiva, Beber jugo de uva no parece mejorar la vejiga hiperactiva en los hombres mayores.
- Dolor de seno (mastalgia), La ingesta de proantocianidina, una sustancia química que se encuentra en el extracto de semilla de uva, no reduce la dureza, el dolor ni la sensibilidad del tejido mamario en personas tratadas con radioterapia para el cáncer de seno.
- Obesidad, Beber jugo de uva o tomar extracto de semilla de uva no parece reducir el peso en personas con sobrepeso. Pero podría ayudar a reducir el colesterol y controlar el azúcar en sangre.
Existe interés en usar la uva para otros propósitos, pero no hay suficiente información confiable para decir si podría ser útil. Cuando se toma por vía oral : Las uvas se consumen comúnmente en los alimentos. Es posible que sea seguro cuando la fruta entera o el extracto de la fruta, la hoja o la semilla se utilizan como medicina.
- Los extractos de semillas de uva y los extractos de frutas se han utilizado de forma segura hasta por 11 meses.
- Comer grandes cantidades de uvas puede provocar diarrea.
- Algunas personas tienen reacciones alérgicas a las uvas y los productos derivados de la uva.
- Algunos otros efectos secundarios pueden incluir tos, sequedad de boca y dolor de cabeza.
Cuando se aplica sobre la piel : El aceite de semilla de uva es posiblemente seguro cuando se usa hasta por 3 semanas. No hay suficiente información confiable para saber si otras partes de la uva son seguras de usar.
¿Qué pasa si como uvas en la noche?
Preguntado por Hombre de 16 años visibility 544 vistas Nuestro profesional de la salud responde No existen perjuicios o riesgos asociados a comer uvas o manzanas durante la noche, por lo cual podrías hacerlo sin ningún inconveniente, siempre procurando no comer a horas muy avanzadas de la noche o en la madrugada y hacerlo al menos 2 horas antes de acostarse a dormir.
¿Qué contiene la cáscara de la uva?
Hepatoprotección antioxidante de la cáscara y semilla de Vitis vinifera L. (uva) Antioxidant liver protection of Vitis vinifera L. (grape) skin and seed Miguel Sandoval 1, Karen Lazarte 1, Inés Arnao 1 1 Centro de Investigación de Bioquímica y Nutrición Alberto Guzmán Barrón. Facultad de Medicina, Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima, Perú. Resumen Objetivo: Determinar la capacidad hepatoprotectora antioxidante, inducida por las semillas y cáscaras de la uva Vitis vinifera L., en animales de experimentación con agresión alcohólica, mediante la prueba del TBARS (sustancias reactivas al ácido tiobarbitúrico). Diseño: Estudio experimental. Institución: Centro de Investigación de Bioquímica y Nutrición Alberto Guzmán Barrón, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú. Material biológico: Ratones albinos, machos, adultos y cáscaras y semillas de Vitis vinifera L. (uva). Métodos: Las cáscaras y semillas de uva fueron del valle de Cañete; se las separó manualmente, se las exprimió en gasa y fueron desecadas con aire circulante, a 40º C, por 24 horas; luego, fueron trituradas, y la mezcla de cáscaras y semillas (cas-sem) fue administrada ad libitum en la dieta. Se utilizó 104 ratones albinos machos adultos, separados en grupos, a los que se administró: (A) cas-sem al 20%; (B) alcohol al 5%; (C) cas-sem con alcohol; (D) silimarina 50 mg/100 g de alimento; (E) silimarina con alcohol; y, (F) grupo control. Bajo anestesia con éter y mediante laparotomía, se extrajo los hígados, fueron pesados y analizados por lipoperoxidación, mediante TBARS, y se evaluó la hepatomegalia, por peso a las 24, 48 y 72 horas, y a los 4, 5 y 7 días de tratamiento. Principales medidas de resultados: Lipoperoxidación hepática y hepatomegalia. Resultados: La hepatomegalia se presentó desde las 24 horas (36,68% de incremento de masa hepática), en el grupo alcohol, y fue menor en el grupo cas-sem. La prueba TBARS fue mayor en el grupo alcohol (63,91 a 67,07 nmol/g-tejido) y fue menor en el grupo cas-sem (40,85 a 47,46 nmol/g-tejido); en el grupo cas-sem con alcohol, fue 43 a 63 nmol/g-tejido y la protección se observó hasta el quinto día (44 nmol/g-tejido). Conclusiones: El cas-sem administrado en la dieta, al 20% en peso, protege al tejido hepático, hasta el quinto día de injuria constante con alcohol al 5%, por vía digestiva. Palabras clave: Hepatopatías; TBARs; Vitis; antioxidantes; peroxidación de lípido. Abstract Objective: To determine by TBARS test (substances reactive to thiobarbituric acid) the antioxidant and liver protection effect induced by Vitts vinifera L. grape skin and seeds in animals of experimentation with alcoholic aggression. Design: Experimental study. Setting: Alberto Guzman Barron Biochemistry and Nutrition Research Center, Faculty of Medicine, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Peru. Biologic material: Albino male adult mice and Vitis vinifera L. (grape) skin and seeds. Methods: Grape skin and seeds were brought from Cañete Valley; they were separated manually, squeezed in gauze and dissecated with flowing air at 40º C for 24 hours; then they were grinded and the skin and seeds mixture (skin-seeds) were administered ad libitum in the diet. We used 104 albino male adult mice, separated in groups, that received: (A) skin-seeds at 20%; (B) alcohol at 5%; (C) skin-seeds with alcohol; (D) silimarina 50 mg/100 g of food; (E) silimarina with alcohol; and, (F) control group. Under ether anesthesia and by laparotomy, liver was removed, weighted and analyzed for lipoperoxidation by TBARS, and hepatomegaly was determined by weight at 24, 48 and 72 hours, and at 4, 5 and 7 days of treatment. Main outcome measures: Liver lipoperoxidation and hepatomegaly. Results: Hepatomegaly was observed at 24 hours (36,68% liver mass increment) in the alcohol group and was less in the skins-seeds group. TBARS test was higher in the alcohol group (63,91 to 67,07 nmol/g-tissue) and was less in the skin-seeds group (40,85 to 47,46 nmol/g-tissue); in the skin-seeds with alcohol group it was 43 to 63 nmol/g-tissue and protection was seen up to the fifth day (44 nmol/g-tissue). Conclusions: Skin-seeds administered orally in the diet at 20% of weight protected liver tissue up to the fifth day of constant injury with 5% alcohol. Key words: Liver diseases, TBARs; Vitis; antioxidants; lipid peroxidation. INTRODUCCIÓN En la producción de vino, uno de los primeros residuos, después de haber realizado la extracción del jugo de la uva, es el conjunto de cáscaras, fibra y semillas del fruto usado, el cual posteriormente es desechado sin uso potencial (1,2), En la actualidad, cada vez más se observa una relación directa de las enfermedades degenerativas, metabólicas y de larga data -como diabetes, aterosclerosis, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, entre otras-, con la producción de radicales libres y agentes prooxidantes (3-5), Una de las enfermedades sociales, presente desde la antigüedad, es el alcoholismo. El alcohol es una molécula que produce daño a nivel celular, tanto ella misma como los productos de su metabolismo. Uno de los principales órganos que afecta es el hígado (6-8), El alcohol es una molécula con gran capacidad de incrementar el estrés oxidativo celular (4), La apoptosis celular es uno de los principales tipos de muerte celular programada. La apoptosis es un fenómeno biológico fundamental, permanente, dinámico e interactivo. Existen mecanismos pro y anti apoptóticos, regulados genéticamente, que actúan de forma activa (pues consumen energía) y equilibrada. La apoptosis está directamente asociada al incremento del estrés oxidativo (9,10), La cáscara y semilla de la uva, así como el vino, tienen entre sus componentes a polifenoles, vitaminas C y E, flavonoides, entre otros, todos ellos con capacidad antioxidante y que sugieren protección tisular frente al estrés oxidativo (11-13), Por ello, nos propusimos observar y determinar la capacidad hepatoprotectora antioxidante, inducida por las semillas y cáscaras de la Vitis vinifera L. (uva), en polvo (cas-sem), en animales de experimentación con agresión alcohólica, mediante la prueba del TBARS (sustancias reactivas al ácido tiobarbiturico). Las cáscaras y semillas son un desecho aprovechable de la uva que se obtiene del primer paso del proceso de obtención del vino. Entre sus componentes, existen compuestos antioxidantes que pueden servir, utilizando a estas cáscaras y semillas desecadas y trituradas (cas-sem) como materia prima base para el preparado de alimentos semi-procesados, como mermeladas, harina, fibra dietaria, entre otros. Los componentes antioxidantes de la uva y presentes en el vino, así como en otras frutas, verduras y alimentos vegetales, hacen tener a la mano alimentos que favorecen el cuidado y preservación de la salud (6,7), La asociación conocida del estrés oxidativo a enfermedades metabólicas -como diabetes mellitus-, degenerativas -como el cáncer- y otras -como las enfermedades cardiovasculares- estimulan la investigación de compuestos, fármacos y alimentos con capacidad antioxidante, a partir de diversos productos naturales, tales como la uva y sus derivados (9,11,13), El consumo social de alcohol y las consecuencias que genera su consumo, sobre todo en el hígado, es otro de los factores que fundamentan este estudio, toda vez que la investigación se realizará en el tejido hepático, analizando los daños que produce la ingesta de alcohol en animales de experimentación -midiendo el estrés oxidativo mediante la prueba de TBARS- y observando la protección con la ingesta de cáscaras y semillas de uva en otro grupo. La protección del organismo frente al estrés oxidativo es natural, pero se encuentra relacionada a las moléculas que se ingiere en la dieta y las cáscaras y semillas de la uva; al tener entre sus componentes sustancias antioxidantes, pueden ser una alternativa de protección natural. La paradoja francesa constituyó un interesante punto de partida, al mostrar cómo en Francia existe un riesgo bajo de padecer enfermedades cardiovasculares en la población, a pesar del elevado consumo de grasas saturadas de origen animal. Renaud y col. (14) descubrieron que la dieta de los franceses difiere de la de otros países desarrollados por el consumo de vino tinto. Los estudios epidemiológicos de Hertog y col. (15), Hein y col. (16) y McElduff y col. (17) relacionan el consumo moderado y regular de vino con una disminución del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, crónicas y degenerativas, realizados a raíz de la paradoja francesa. Las uvas y vinos contienen una gran variedad de compuestos fenólicos, de muy diversas estructuras químicas y pesos moleculares, cuya cantidad total y la proporción en que aparecen dependen de una serie de factores, como la variedad de la uva, el área de producción, la climatología, las técnicas agrícolas, los métodos de vinificación, el procedimiento de prensado de la uva y el tiempo de fermentación del mosto con la piel y las semillas (18-20), Los compuestos fenólicos de la uva se localizan en las partes sólidas: cáscara, semilla y tejido vascular. En la pulpa, destaca la presencia de ácidos fenólicos y sus derivados (21), Los flavonoles y antocianos se encuentran localizados en las células de la cáscara de la uva, siendo estos últimos responsables del color rojo de los vinos tintos. Las procianidinas y flavanoles se localizan en las semillas de las uvas. En los vinos blancos, los fenoles mayoritarios son aquellos procedentes de la pulpa, mientras que en los tintos, la maceración alcohólica de los hollejos y las semillas permite la liberación y solubilización de los flavonoides (13,22,23), Las especies reactivas de oxígeno (ROS) son especies químicas radicales y no radicales que, debido a su inestabilidad, se comportan como agentes oxidantes. Las ROS pueden tener en nuestro organismo un origen endógeno relacionado con el metabolismo del oxígeno y con distintas reacciones de defensa de nuestro sistema inmunológico (24), También, pueden provenir de fuentes externas: el tabaco, la contaminación del aire, la radiación ultravioleta y la de alta energía, el ozono o ciertos medicamentos. El organismo dispone de mecanismos de defensa antioxidante frente a las especies reactivas de oxígeno, que comprenden sistemas enzimáticos y no enzimáticos (25), Sies (24) y Halliwell (25) señalan que ciertas enzimas -como superóxido dismutasa, catalasa, glutatión peroxidasa o glutatión reductasa-, neutralizan las especies reactivas. Los sistemas defensivos no enzimáticos abarcan una serie de compuestos antioxidantes, como albúmina, ceruloplasmina, transferrina, glutatión, bilirrubina, ácido úrico, ubiquinona o melatonina. En ciertas situaciones extremas, estas defensas no son suficientes y las especies reactivas producen daño oxidativo, tanto en biomoléculas como en componentes celulares (26), El daño oxidativo se relaciona con el origen y desarrollo de ciertas enfermedades multifactoriales de carácter crónico, como la oxidación de las LDL y la enfermedad cardiovascular, así lo refiere Berliner (27) ; también, está relacionado el daño oxidativo al ADN (21) y la oxidación de las proteínas de las lentes oculares y la alteración de la visión, como lo refieren Dean y col. (28) y Taylor A (29), Los estudios de Taylor (29) y Gerster (30) señalan que la ingesta de alimentos ricos en sustancias antioxidantes -como vitaminas C y E, carotenoides o compuestos fenólicos- previenen o disminuyen el desarrollo de estas enfermedades, señalando que la dieta aumenta la defensa antioxidante del organismo, evitando el daño oxidativo. Los compuestos fenólicos son sustancias orgánicas ampliamente distribuidas en el reino vegetal. Se sintetizan como metabolitos secundarios, con funciones de defensa, y son en gran medida responsables de las propiedades del color, la astringencia y el flavor (sabor y aroma) de los vegetales. Se encuentran en las verduras, frutas y en productos derivados, como el vino o la cerveza. Todos tienen en su estructura uno o más anillos aromáticos, con al menos un sustituyente hidroxi, como lo describe Bravo L (31), Su estructura química es propicia para secuestrar radicales libres, debido a la facilidad con la que el átomo de hidrógeno -desde el grupo hidroxilo aromático- puede ser donado a la especie radical, y a la estabilidad de la estructura quinona resultante, que soporta un electrón desapareado. La actividad antioxidante de los polifenoles depende del número y la localización de los grupos hidroxilo que contiene en su estructura. Además de su actividad antioxidante, se ha atribuido las siguientes propiedades biológicas a los compuestos fenólicos: Laughton (32) indica que estos compuestos inhiben la agregación plaquetaria; Andriambeloson y col. (2) y Delmas (33) indican su función como agentes vasodilatadores, antiinflamatorios y anticancerígenos. Los radicales libres (RL) son moléculas que se derivan del oxígeno, están en continua formación en las células del organismo y en pequeñas cantidades no producen efectos tóxicos. En situación normal, la producción de radicales libres es constante en una concentración determinada y son neutralizados por las defensas antioxidantes, que pueden ser sustancias propias del organismo (las enzimas antioxidantes) o pueden ser sustancias presentes en algunos alimentos, como la vitamina C, vitamina E, el beta caroteno, flavonoides, entre otros (34,35), Cuando se produce un desequilibrio, ya sea por mayor producción de RL o menor acción de los antioxidantes, el organismo se encuentra sometido al denominado estrés oxidativo, que genera efectos tóxicos y patologías, fundamentalmente enfermedades aterioescleróticas (enfermedades coronarias, accidentes cerebro vasculares, obstrucción vascular de los miembros inferiores, aneurismas arteriales) (36), También, se producen daños en los ácidos nucleicos, lesiones o mutaciones celulares, que derivan en la aparición de determinados tumores. En ese sentido, los antioxidantes ingeridos a través de la dieta serían útiles para la prevención de estas patologías. Los vinos rojos contienen sustancias de la familia de los flavonoides, compuestos químicos antioxidantes que se obtiene, entre otras fuentes naturales, de la cáscara de la uva negra. Además de los flavonoides, en el vino tinto existen otros componentes -como el alcohol- que no son beneficiosos para la salud. En cuanto al aporte de nutrientes del vino (vitaminas, minerales, proteínas), no es considerable, y su aporte calórico se puede obtener de otros alimentos más saludables (3,23,33), Los compuestos polifenólicos de la uva se encuentran en la piel, especialmente en las células epidérmicas, y en las semillas. Su concentración es baja en la pulpa. Esto explica por qué el vino blanco, que no se hace con la semilla ni la piel, presenta niveles bajos de polifenoles. En este sentido, el más rico en estas sustancias es el vino tinto cabernet sauvignon (9,18), La cantidad de polifenoles en la uva depende principalmente de la variedad de la vid, del clima, del terreno y de las prácticas de cultivo. La capacidad antioxidante del vino se encuentra directamente relacionada con su contenido en polifenoles. La contribución de cada compuesto en particular depende no solo de su concentración y de su calidad antioxidante, sino que también de su interacción con otros componentes. Los compuestos interactúan entre sí, lo que puede producir efectos sinérgicos o inhibitorios. Estudios epidemiológicos y experimentales han mostrado una correlación entre el consumo moderado de vino y la prevención de los accidentes cardiovasculares. En este proceso, el resveratrol tendría, por sus propiedades antitrombóticas, un papel inhibidor de la agregación plaquetaria o de antioxidante de lipoproteínas y pared vascular (5,36), En la actualidad, las investigaciones se centran en la acción del resveratrol sobre la expresión de genes diana implicados en la proliferación celular, a dos niveles: estudio del mecanismo responsable del efecto antiproliferativo del resveratrol en función de la dosis utilizada en hepatomas y en otras líneas de células cancerosas humanas (en particular colorrectales), e investigaciones dirigidas a determinar si los procesos de apoptosis juegan un papel en el proceso y, en caso afirmativo, estudiar la sensibilidad frente a los distintos tipos celulares. Los resultados preliminares muestran una fuerte inhibición por resveratrol de la proliferación de una línea celular de cáncer colorrectal asociada a un proceso de apoptosis, según Delmas y col (33), Es de resaltar la actual importancia de la toxicidad que conllevan los radicales libres durante los procesos biológicos, donde una de las consecuencias del estrés oxidativo es la peroxidación lipídica, cuya prevención es esencial en todos los organismos aerobios, ya que los productos derivados de este proceso pueden interactuar con el ADN y son potencialmente mutágenos. Los epóxidos formados pueden reaccionar espontáneamente con centros nucleofílicos en la célula o unirse a los ácidos nucleicos (ADN y ARN). Esta reacción puede dar lugar a citotoxicidad, alergia, mutagénesis o carcinogénesis, dependiendo de las propiedades del epóxido en cuestión. En los organismos aerobios existe una gran variedad de sistemas de defensa antioxidante, tanto enzimáticos como no enzimáticos, que se coordinan cooperativamente y protegen al organismo de los riesgos que conlleva el estrés oxidativo. Entre ellos, destacan las actividades enzimáticas superóxido dismutasa (SOD), glutatión peroxidasa (GPX) y catalasa (CAT), glutatión (GSH), además del ácido ascórbico (vitamina C), alfa-tocoferol (vitamina E), beta-caroteno, vitamina A, flavonoides y ácidos fenólicos (21), MÉTODOS Se realizó un estudio de tipo experimental, utilizándose 104 ratones albinos de laboratorio ( Mus musculus ) cepa Balb/c/CNPB, machos, adultos, de un peso entre 25 a 30 g, a quienes se les administró dieta ad libitum, y se distribuyó aleatoriamente 16 ratones en los siguientes 6 grupos: (1) grupo control, con alimento balanceado; (2) grupo cas-sem, con alimento y extracto de semillas y cáscaras de la Vitis vinifera L. (uva) en polvo (cas-sem), al 20%; (3) grupo alcohol, con alimento balanceado y alcohol al 5% en el agua del bebedero; (4) grupo cas-sem con alcohol, con alimento balanceado con cas-sem al 20% y alcohol al 5% en el agua del bebedero; (5) grupo silimarina, con alimento balanceado y silimarina 50 mg/100 g del alimento; y, (6) grupo silimarina con alcohol, con alimento balanceado y silimarina 50 mg/100 g del alimento y alcohol al 5% en el agua del bebedero. En cada uno de los grupos, la evaluación del tejido hepático para medir el nivel de estrés oxidativo se realizó a las 24 horas, 48 horas, 72 horas, 5 y 7 días. La silimarina es un principio activo de la planta Silybum marianum, popularmente conocida como cardo mariano, cuyos ingredientes activos son flavonoides, como silibina, silidianina y silicristina; tienen acción hepatoprotectora y regenerativa: los mecanismos de acción son su actividad antioxidante, por su capacidad para contrarrestar la acción de los radicales libres que se forman por acción de las toxinas y que dañan las membranas celulares (peroxidación lipídica), la Inhibición competitiva -modificando la membrana celular externa de los hepatocitos, lo cual forma un complejo que impide el ingreso de toxinas al interior de las células del hígado y la estimulación metabólica de las células hepáticas-, activa la biosíntesis del ARN de los ribosomas, estimulando la formación de proteínas, por lo que nos sirve como un compuesto de de comparación. Para las pruebas de laboratorio, se empleó equipos e instrumentos del laboratorio III-2 del Centro de Investigación de Bioquímica y Nutrición Alberto Guzmán Barrón, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Se usó para cada grupo de animales, jaulas, bebederos y comederos suficientes y alimento balanceado para ratones. Se utilizó uva negra proveniente del valle de Cañete, de la especie Vitis vinifera L., madura. Previo lavado de la uva, se separó la cáscara y las semillas, descartando el contenido del fruto; estas fueron colocadas en gasa y exprimidas manualmente, para retirar restos de jugo del fruto, colocadas sobre una fuente con papel secante, la cual se llevó a estufa de flujo de aire caliente a temperatura de 40°C por 24 horas. Se obtuvo así las semillas y cáscaras secas y posteriormente se las trituró en molino de alimentos, obteniéndose un polvo fino de cáscaras y semillas al cual denominamos cas-sem. El alimento balanceado de los animales fue obtenido del Instituto Nacional de Salud-Lima; se trituró en molino de alimentos, obteniendo un polvo fino; este se mezcló con el cas-sem, tomando una parte de cas-sem con cuatro partes de alimento balanceado, constituyéndose así una dieta con 20% de cas-sem. El alcohol fue preparado al 5% en agua envasada, comercial. Posteriormente, los animales fueron anestesiados con vapores de éter dietílico y pesados; luego, se realizó una laparoscopia, se localizó el ligamento redondo mayor del hígado, se pinzó y se extrajo el hígado, cortando los ligamentos y adherencias secundarias. El hígado fue lavado en solución fisiológica de cloruro de sodio al 0,9 g% y se le secó en papel adsorbente. Posteriormente, se pesó todo el órgano en una balanza analítica. Se encontró la relación porcentual del peso del hígado/peso del animal. El tejido hepático fue colocado en un tubo graduado y se agregó buffer fosfato 50 mmol/L, a pH 7,4, hasta completar 10 mL y se llevó al homogenizador de teflón, a velocidad constante de 300 rpm, durante 30 segundos, para que el tejido se homogenizara. En el homogenizado de hígado, se determinó el estrés oxidativo, mediante la evaluación de la lipoperoxidación o peroxidación lipídica por la prueba de las especies reactivas al ácido tiobaritúrico, por método espectrofotométrico a 535 nm. Los estadísticos descriptivos usados fueron la media o promedio aritmético, la desviación de estándar y la variación porcentual. Se usó la prueba t de student de la diferencia para el análisis de comparación entre los grupos, para un nivel de significancia de p < 0,05 en una gráfica de dos colas, comparando el grupo cas-sem y grupo alcohol con el grupo control, el grupo cas-sem alcohol con el grupo cas-sem y el grupo silimarina alcohol con grupo silimarina. Para el análisis respectivo, se utilizó el paquete estadístico SPSS 13,0. RESULTADOS El consumo de cas-sem en el alimento y los volúmenes de alcohol ingerido en los diferentes grupos no tuvieron diferencias significativas ( p > 0,1). La relación del peso del hígado/peso del animal, con 24 horas de tratamiento de los diferentes grupos, fue mayor en el grupo que ingirió alcohol (5,79%), con un incremento de +36,68% del tamaño del hígado, denotando hepatomegalia, de manera significativa ( p = 0,0019). El menor incremento de la relación porcentual peso del hígado/peso del animal fue en el grupo cas-sem (4,24%), que representa hepatomegalia, correspondiente a un aumento de 13,61%. La comparación de los grupos silimarina y silimarina alcohol, no mostró diferencia significativa ( p = 0,6735) ( tabla 1 ). A las 48 horas de tratamiento, el grupo que observó mayor relación del peso del hígado/peso del animal fue el grupo alcohol (5,80%), que denotó un crecimiento hepático de 23,78% (hepatomegalia), con diferencia significativa ( p = 0,0397). El grupo cas-sem alcohol no tuvo diferencia ( p = 0,0944).
La comparación de los grupos silimarina y silimarina alcohol no mostró diferencia significativa ( p = 0,749) ( tabla 1 ). La relación del peso del hígado/peso del animal en los grupos con 72 horas de tratamiento fue mayor en el grupo que ingirió alcohol (7,68%), con un incremento de +58,25% del tamaño del hígado, denotando hepatomegalia, de manera significativa ( p = 0,0021).
El menor incremento de la relación porcentual peso del hígado/peso del animal fue en el grupo cas-sem (5,28%), que representa hepatomegalia, correspondiente a un aumento de 8,88%, variación no significativa ( p = 0,1564). La comparación de los grupos silimarina y silimarina alcohol fue de 6,12% de hepatomegalia, cifra sin diferencia significativa ( p = 0,4733) ( tabla 1 ).
A los 7 días de tratamiento, la relación porcentual del peso hepático/peso del animal fue mayor en el grupo que consumió alcohol (7,13%), observándose una hepatomegalia correspondiente a 44,32%, con diferencia significativa ( p = 0,0061); mientras tanto, en el grupo cas-sem alcohol no hubo variación significativa ( p = 0,1907).
La hepatomegalia del grupo silimiarina alcohol, en comparación al grupo silimarina, ocurrió en 10,32%, incremento sin diferencia significativa ( p = 0,2083) ( tabla 1 ). Al observar la variación de la relación porcentual peso del hígado/peso del animal en el tiempo de tratamiento, existe en el grupo alcohol un constante incremento, siendo el mayor a las 72 horas; además, los valores que denotan hepatomegalia siempre fueron mayores en el grupo alcohol que en los otros tratamientos. La silimarina, medicamento que nos sirvió de comparación, mostró su efecto protector tras observar la relación peso hígado/peso del animal % (hepatomegalia), siendo sus valores siempre menores que los demás grupos y no existiendo diferencia significativa entre el grupo con silimarina y el de silimarina alcohol, demostrando así la protección de la silimarina, como se muestra en la figura 2, La lipoperoxidación hepática (TBARS) basal observada en el grupo control fue de 55,52+6,08 nmol/g; después de 24 horas de tratamiento con cas-sem, la lipoperoxidación hepática fue 47,46+6,72 nmol/g. En el grupo alcohol, fue 63,91 nmol/L y, en el grupo cas-sem alcohol, fue 43,71 nmol/g, sin diferencia significativa. Después de 48 horas de tratamiento, la lipoperoxidación en el grupo cas-sem fue 45,54+4,21 nmol/g, mientras que se apreció un incremento en los grupos alcohol (67,07+8,15 nmol/g) y cas-sem alcohol (47,30+4,60 nmol/g). El incremento de lipoperoxidación en el grupo alcohol fue significativamente alto ( p = 0,003) y la disminución de la lipoperoxidación en el grupo tratado con cas-sem fue significativamente menor ( p = 0,035).
- La peroxidación lipídica en los grupos de silimarina y silimarina alcohol fueron menores y entre ellos no hubo diferencia significativa ( p = 0,479) ( tabla 2 ).
- La lipoperoxidación a las 72 horas de tratamiento fue significativamente menor en el grupo que consumió cas-sem (41,55+7,08 nmol/g; p = 0,024).
La comparación de la lipoperoxidación entre los grupos silimarina y silimarina alcohol no muestra diferencia significativa ( p = 0,091) ( tabla 2 ). A los 7 días de tratamiento, el valor de la lipoperoxidación en el grupo cas-sem siguió reduciéndose (40,85+4,31 nmol/g), con diferencia significativa ( p = 0,007), y la de los grupos alcohol y cas-sem alcohol se incrementaron a 61,91+10,36 nmol/g y 63,10+4,20 nmol/g, respectivamente ambos de manera significativa. En la comparación de los valores del daño oxidativo, expresado en porcentaje de daño o protección hepática, es evidente el daño producido por el alcohol, siendo mayor a las 48 horas, pero con tendencia elevada; la protección que brindó el cas-sem a la agresión del alcohol (grupo cas-sem alcohol) fue hasta las 48 horas; menor a las 72 horas, recuperó la protección a los 7 días (168 horas). DISCUSIÓN En la actualidad, se conoce el efecto de los antioxidantes en la salud del hombre. Históricamente, se le atribuyó este rol a la vitamina E, posteriormente se extendió a otras moléculas, pero fueron los estudios epidemiológicos los que dieron luces del efecto antioxidante.
- Varias de estas investigaciones demostraron que el consumo de vino era saludable y que reducía significativamente la morbilidad y mortalidad por enfermedades cardiovasculares.
- Entre estas demostraciones se tiene el consumo de frutas, verduras y consumo moderado de vino, demostrando una reducción incluso de las placas ateromatosas.
Estudios posteriores demuestran que el consumo de alimentos que contienen compuestos fenólicos -como frutas frescas, verduras, aceite de oliva, uvas y vino dependiendo su maduración (36) -, disminuye el riesgo de sufrir de enfermedades cardiovasculares (37),
- Estudios de investigación científica revelan que la mortalidad celular y la enfermedad se deben a desórdenes metabólicos en la célula, principalmente por el incremento del estrés oxidativo.
- El organismo posee ciertas defensas antioxidantes, basadas en sistemas enzimáticos y substratos intracelulares; entre estos se tiene a la superóxido dismutasa, catalasa, glutatión peroxidasa, vitaminas C y E, uratos, glutatión, entre otros.
El alcoholismo es una enfermedad en la que se ve incrementado el estrés oxidativo, que origina una serie de distorsiones funcionales hepáticas. Uno de los signos de alteración de la función del tejido hepático es el aumento del tamaño celular, que conlleva a un incremento en el volumen y peso del hígado, que se conoce como hepatomegalia.
Es por esta razón que, una de las evaluaciones iniciales y cuantitativas que realizamos fue medir el peso del hígado en los animales de los diferentes grupos tratados. La relación porcentual peso del hígado/peso del animal mostró rápidamente un incremento en aquellos casos en los que se administró alcohol, a las primeras 24 horas de manera significativa, 36,68% más respecto al grupo control ( p = 0,0019).
En los animales que recibieron cas-sem, se observó incremento de 13,61%, pero no significativo ( p = 0,731). Y, en los que recibieron cas-sem alcohol, la hepatomegalia fue de 19,99%, elevación con significancia ( p = 0,0342), pero menor que la del grupo de animales que ingirió alcohol solo, observándose ya una protección del cas-sem frente a la injuria del alcohol, tal como se aprecia en el tabla 1,
A las 48 horas de tratamiento, se observó hepatomegalia en el grupo de animales que ingirió alcohol, aumentando de 13,69% a 23,78% la relación del peso del hígado/peso del animal; y, respecto al grupo que consumió cas-sem con alcohol, el porcentaje de 19,99 % (a las 24 horas) se redujo a 11,82% a las 48 horas, observándose así el efecto hepatoprotector del cas-sem sobre la injuria del alcohol, esto en función a que no existe diferencia sigificativa con el grupo que consumió solo cas-sem ( p = 0,0944) ( tabla 1 ).
El crecimiento del hígado o hepatomegalia es un signo común que antecede principalmente a la cirrosis hepática, causada por alcoholismo o como secuela de hepatitis A o B, pero que también puede indicar la presencia de algún tipo de leucemia, parásitos, tumores, anemias, insuficiencia cardiaca o enfermedad cardiaca congénita, además de otros trastornos metabólicos (7,15),
- Este abuso del alcohol altera las células del hígado, que aceleran su apoptosis; aunque el hígado tiene la capacidad de regenerar las zonas afectadas, va dejando lóbulos; por lo que, si el alcoholismo persiste, el tejido del hígado se hará fibroso y las células ya no podrán regenerarse.
- El alcohol no solo afecta al hígado, uno de los primeros órganos en ser afectados; Álvarez-Sala y col.
señalan que también genera problemas cardiovasculares (38), En los animales con tratamiento, a las 72 horas y 7 días se observa que la relación peso del hígado/peso del animal se mantuvo siempre incrementado o mayor respecto al grupo que consumió cas-sem en sus alimentos, como se puede apreciar las figuras 1 y 2,
- El hígado presentó incremento tamaños (hepatomegalia), hasta 58,69%, a las 72 horas de consumo continuo de alcohol ( p = 0,0021).
- Además, podemos señalar que también se observó un cambio de color en el órgano, siendo más intensamente rojizo, a diferencia del color normal, que tiene mas presencia del color marrón.
Berrocal (39) indica que los cambios de coloraciones de los órganos señalan problemas internos del metabolismo, coloraciones que para el caso del hígado se relacionan con enfermedades virales, metabólicas y con el alcoholismo. Esta diferencia en los pesos de los hígados de los animales tratados con alcohol se debe también al edema y aumento del estrés oxidativo causado por el alcohol.
Tolomeo, citado por Boza López (11), indica que las enfermedades hepáticas son enfermedades relacionadas al estrés oxidativo de las células y que los mecanismos que atenúan estos efectos de los radicales libres son las sustancias antioxidantes, como vitaminas E, A, C, B6, carotenos, flavonoides, selenio, magnesio y zinc, así como compuestos vegetales, como polifenoles, taninos solubles y condensados, flavonoides, lignanos, fenoles sencillos, naftoquinonas; varios de ellos son componentes del cas-sem.
Entre los componentes de las cáscaras y semillas de la uva se encuentra el resveratol, que es un antioxidante natural; según Vázquez, Marcela y col. (8), previene los cambios bioquímicos en ratas, señalando además que en los animales de experimentación se recupera la actividad de las especies del óxido nítrico, potente mediador del bienestar cardiovascular, y mejoran los niveles de peroxidación lipídica, tal como nosotros también lo hemos encontrado con la prueba de TBAR, como más adelante detallaremos.
La actividad del cas-sem, de detener o evitar la hepatomegalia en los animales tratados con alcohol, se puede deber a que el preparado del cas-sem al 20% incluyó cáscaras y semillas de uva, que es donde se localiza la mayor concentración de resvertarol -especialmente en la cáscara-; su extracción se realiza por solubilidad etanólica, que es característica del compuesto, como lo indican Jeandet y col.
(37), Así mismo, tiene actividad anticancerígena, demostrada en células gástricas humanas y carcinoma en ratones, según lo indican Zhou y col (10), El metabolismo del alcohol se da por varias vías, entre las cuales se observa la oxidación del alcohol a acetaldehido.
- Su ulterior metabolización a acetato en la mitocondria puede disminuir por efecto de la ingesta crónica de alcohol, generándose así un exceso de acetaldehido.
- Este acetaldehido es una molécula altamente reactiva con aminas y otras moléculas.
- Establece enlaces covalentes con proteínas del hepatocito (membranas, citoesqueleto, enzimas, entre otras).
El daño puede generarse por la unión misma o por la generación de una respuesta inmunológica (autoanticuerpos) a estos compuestos (aductos), lo que genera inflamación e incremento del volumen y peso del hígado, tal como lo hemos observado en nuestros resultados (ver figuras 3 y 4 ).
Estos productos de degradación producen daño a nivel de membrana, especialmente a los lípidos que la constituyen, observándose la peroxidación de lípidos, en donde se aprecia que el acetaldehido y los radicales libres del oxígeno pueden promover la producción de peróxidos, que atacan los ácidos insaturados y, por consiguiente, la integridad de las membranas, generando entre los productos al malondialdehido.
Como señalan Ohkawa y col. (40) y Lucas y col. (41), el método usado más frecuentemente para evaluar la lipoperoxidación es la medición del malondialdehido, como sustancia reactiva al ácido tiobarbitúroico (TBARS), el cual se fundamenta en la reacción que tiene este ácido con la muestra; adicionándole un cromógeno (42), se puede medir su absorbancia, prueba de TBARS que hemos usado en esta investigación.
- La medición de la capacidad antioxidante se realiza de diferentes maneras.
- Entre estas se encuentra la prueba del TBARS.
- Esta prueba, también denominada prueba de observación de la lipoperoxidación, mide el daño causado a los lípidos, es decir, el nivel de peroxidación sufrida como consecuencia de la actividad oxidante.
El procedimiento que hemos seguido es comparar el resultado de la prueba TBARS en los hígados de los animales con diferente tratamiento y el daño con el control; así mismo, observar la significancia estadística. Los resultados en la tabla 2 muestran la lipoperoxidación por la prueba TBARS a las 24 horas de tratamiento; el único grupo que sufrió daño fue el que ingirió alcohol, con un incremento del TBARS a 63,91+7,51 nmol/g, lo que corresponde a un daño de 15,11%, a diferencia de los demás grupos, en los que hubo protección, incluso en los animales que consumieron alcohol con cas-sem.
Como ya se ha manifestado, los componentes antiestrés oxidativo de la cáscara y semillas de la uva hacen posible esta acción protectora y, más aún, conociendo que los compuestos fenólicos y otros antioxidantes son extraídos por su solubilidad en alcohol, lo que explicaría porqué en el grupo que consumió cas-sem y alcohol la lipoperoxidación fue menor.
En la tabla 2 se observa los resultados a las 48 horas de tratamiento y se puede apreciar que los animales que consumieron alcohol siempre tienen mayor lipoperoxidación (67,07 nmol/g tejido), que se traduce en un daño de 20,80%, con significancia estadística ( p = 0,003), mientras los que consumen alcohol con cas-sem siguen siendo protegidos y la variación no es significativa, 47,3 nmol/g tejido en este grupo, en comparación al grupo cas-sem, con 45,51 nmol/g tejido.
La protección del hígado frente a la agresión del alcohol y sus derivados no es únicamente por el control antiestrés oxidativo, sino que también existe un sistema enzimático de defensa antioxidante, que en combinación con los compuestos flavonoides, fenólicos y otros anti-oxidantes (23,26,32) presente en el cas-sem, permiten esta protección al hígado, como se observa.
Sin embargo, a las 72 horas y después a los 7 días, el panorama cambia. Las defensas antioxidantes provenientes del cas-sem, aparentemente no son suficientes para continuar protegiendo al hígado del ataque agresor del alcohol. Esto lo comentamos en virtud a los resultados observados en la tabla 2, en la que se aprecia que el valor de TBARS en el grupo que consumió cas-sem sigue siendo bajo, 41,55 y 40,85 nmol/g tejido, a las 72 horas y 7 días, respectivamente, mientras que los animales con alcohol evidentemente continuaron con niveles elevados (52,40 y 61,91 nmol/g tejido, a las 72 horas y 7 días, respectivamente), así como en los animales que consumieron alcohol y cas-sem simultáneamente (52,74 y 63,1 nmol/g tejido a 72 horas y 7 días, correspondientemente), como se puede apreciar en las figuras 3 y 4,
Por lo anteriormente descrito, podemos señalar que efectivamente el cas-sem tiene un efecto hepatoprotector ante la injuria causada por alcohol, protección que es efectiva hasta las 72 horas de ingesta continua del alcohol. Luego, dicha protección desciende al 7° día de la agresión con alcohol, la cual fue constante en agua del bebedero, a una concentración de 5% en volúmenes ( figura 4 ).
Empero, la protección por consumo de cas-sem al 20% en la dieta continúa su acción hepatoprotectora, al observar una reducción sostenida del valor de la lipoperoxidación, desde el primer hasta el séptimo día de tratamiento (47,46; 45,51; 41,55 y 40,85 nmol/g tejido), como se muestra en la figura 3,
En un experimento adicional, realizado a un tiempo de consumo de 5 días, se observó que la protección del cas-sem ante la injuria del alcohol fue efectiva hasta los 5 días de tratamiento, encontrando TBARS de 55,88 nmol/g tejido en el grupo alcohol y 44,68 nmol/g tejido en el grupo cas-sem alcohol. En cambio, a los 7 días de tratamiento la TBARS fue de 61,91 nmol/g tejido en el grupo alcohol y 63,10 nmol/g tejido en el grupo cas-sem alcohol, entre los cuales ya no hay diferencia significativa.
Referente al tratamiento realizado con silimarina, éste se hizo con el fin de observar y comparar el daño del alcohol frente a un compuesto cuya acción hepatoprotectora está demostrada en diversas investigaciones. Dichos estudios han comprobado que la silimarina presenta un efecto protector frente al tetracloruro de carbono o toxinas, como la faloidina de Amanita phalloides,
- Este efecto parece ser debido a una alteración de la permeabilidad de membrana, impidiendo el acceso de las toxinas al interior de las células.
- Por otra parte, la silimarina disminuye la actividad de las células de Kupffer (reduciendo la producción de radicales superóxido, de óxido nítrico y de leucotrienos) y la producción de glutatión, disminuyendo además su oxidación.
También, se dice que la silimarina actúa en ensayos in vitro como regenerador hepático. Incrementa la síntesis proteica en el hepatocito, al estimular la actividad de la ARN polimerasa I. Los animales que fueron tratados con silimarina estuvieron protegidos; así, al observar los resultados se aprecia la protección en los diferentes días de tratamiento, evidenciando un descenso de los valores de TBARS, siendo menor que los valores proporcionados por el cas-sem; los valores variaron desde 37,28 nmol/g tejido hasta 29,11 nmol/g tejido, llegando a proteger hasta en 47,56% más, respecto al grupo control.
- Para el caso de los ratones que tuvieron en su dieta silimarina y alcohol, también se observó protección, siendo los valores de TBARS mayores que en los animales que consumieron el cas-sem; es decir, estuvieron protegidos, pero el alcohol elevó la lipoperoxidación.
- La acción de los flavonoides, compuestos fenólicos, fitatos, vitaminas y otros antioxidantes permitió realizar hepatoprotección.
Sin embargo, no es allí únicamente donde actúan. Estudios recientes demuestran que el vino tiene componentes antioxidantes que evitan la oxidación de las LDL-colesterol, favoreciendo la homeostasis del colesterol. Así mismo, en voluntarios se observa que, tras el consumo de vino, aumentó la capacidad antioxidante del plasma.
Otros estudios, como los de Pari (43), señalan la utilidad del extracto de hojas de uva, como una sustancia que reduce significativamente los marcadores de estrés oxidativo en hígado y riñón, tras la administración de alcohol, mejorando la condición antioxidante de los tejidos, resultados comparables a los nuestros, utilizando las cáscaras y semillas de la uva.
En nuestras condiciones experimentales, las cáscaras y semillas de Vitis vinifera L., madura, del Valle de Cañete, desecadas, trituradas (cas-sem) y administradas por vía digestiva en la dieta al 20% a Mus musculus cepa cb/val453, machos adultos, confiere capacidad hepatoprotectora frente a la injuria provocada por alcohol al 5%, hasta el quinto día.
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¿Qué tipo de uva tiene más antioxidantes?
¿Blanca o negra? – La uva es una fruta imprescindible por sus cualidades antioxidantes y por su infinidad de beneficios que aporta. A la hora de elegir una variedad de uva, es aconsejable decantarnos por la negra ya que su pigmentación le dota de un mayor número de nutrientes. Por otro lado, la blanca es más rica en azúcar, que la dotan de más calorías.
¿Qué antioxidante tiene la uva?
Hepatoprotección antioxidante de la cáscara y semilla de Vitis vinifera L. (uva) Antioxidant liver protection of Vitis vinifera L. (grape) skin and seed Miguel Sandoval 1, Karen Lazarte 1, Inés Arnao 1 1 Centro de Investigación de Bioquímica y Nutrición Alberto Guzmán Barrón. Facultad de Medicina, Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima, Perú. Resumen Objetivo: Determinar la capacidad hepatoprotectora antioxidante, inducida por las semillas y cáscaras de la uva Vitis vinifera L., en animales de experimentación con agresión alcohólica, mediante la prueba del TBARS (sustancias reactivas al ácido tiobarbitúrico). Diseño: Estudio experimental. Institución: Centro de Investigación de Bioquímica y Nutrición Alberto Guzmán Barrón, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú. Material biológico: Ratones albinos, machos, adultos y cáscaras y semillas de Vitis vinifera L. (uva). Métodos: Las cáscaras y semillas de uva fueron del valle de Cañete; se las separó manualmente, se las exprimió en gasa y fueron desecadas con aire circulante, a 40º C, por 24 horas; luego, fueron trituradas, y la mezcla de cáscaras y semillas (cas-sem) fue administrada ad libitum en la dieta. Se utilizó 104 ratones albinos machos adultos, separados en grupos, a los que se administró: (A) cas-sem al 20%; (B) alcohol al 5%; (C) cas-sem con alcohol; (D) silimarina 50 mg/100 g de alimento; (E) silimarina con alcohol; y, (F) grupo control. Bajo anestesia con éter y mediante laparotomía, se extrajo los hígados, fueron pesados y analizados por lipoperoxidación, mediante TBARS, y se evaluó la hepatomegalia, por peso a las 24, 48 y 72 horas, y a los 4, 5 y 7 días de tratamiento. Principales medidas de resultados: Lipoperoxidación hepática y hepatomegalia. Resultados: La hepatomegalia se presentó desde las 24 horas (36,68% de incremento de masa hepática), en el grupo alcohol, y fue menor en el grupo cas-sem. La prueba TBARS fue mayor en el grupo alcohol (63,91 a 67,07 nmol/g-tejido) y fue menor en el grupo cas-sem (40,85 a 47,46 nmol/g-tejido); en el grupo cas-sem con alcohol, fue 43 a 63 nmol/g-tejido y la protección se observó hasta el quinto día (44 nmol/g-tejido). Conclusiones: El cas-sem administrado en la dieta, al 20% en peso, protege al tejido hepático, hasta el quinto día de injuria constante con alcohol al 5%, por vía digestiva. Palabras clave: Hepatopatías; TBARs; Vitis; antioxidantes; peroxidación de lípido. Abstract Objective: To determine by TBARS test (substances reactive to thiobarbituric acid) the antioxidant and liver protection effect induced by Vitts vinifera L. grape skin and seeds in animals of experimentation with alcoholic aggression. Design: Experimental study. Setting: Alberto Guzman Barron Biochemistry and Nutrition Research Center, Faculty of Medicine, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Peru. Biologic material: Albino male adult mice and Vitis vinifera L. (grape) skin and seeds. Methods: Grape skin and seeds were brought from Cañete Valley; they were separated manually, squeezed in gauze and dissecated with flowing air at 40º C for 24 hours; then they were grinded and the skin and seeds mixture (skin-seeds) were administered ad libitum in the diet. We used 104 albino male adult mice, separated in groups, that received: (A) skin-seeds at 20%; (B) alcohol at 5%; (C) skin-seeds with alcohol; (D) silimarina 50 mg/100 g of food; (E) silimarina with alcohol; and, (F) control group. Under ether anesthesia and by laparotomy, liver was removed, weighted and analyzed for lipoperoxidation by TBARS, and hepatomegaly was determined by weight at 24, 48 and 72 hours, and at 4, 5 and 7 days of treatment. Main outcome measures: Liver lipoperoxidation and hepatomegaly. Results: Hepatomegaly was observed at 24 hours (36,68% liver mass increment) in the alcohol group and was less in the skins-seeds group. TBARS test was higher in the alcohol group (63,91 to 67,07 nmol/g-tissue) and was less in the skin-seeds group (40,85 to 47,46 nmol/g-tissue); in the skin-seeds with alcohol group it was 43 to 63 nmol/g-tissue and protection was seen up to the fifth day (44 nmol/g-tissue). Conclusions: Skin-seeds administered orally in the diet at 20% of weight protected liver tissue up to the fifth day of constant injury with 5% alcohol. Key words: Liver diseases, TBARs; Vitis; antioxidants; lipid peroxidation. INTRODUCCIÓN En la producción de vino, uno de los primeros residuos, después de haber realizado la extracción del jugo de la uva, es el conjunto de cáscaras, fibra y semillas del fruto usado, el cual posteriormente es desechado sin uso potencial (1,2), En la actualidad, cada vez más se observa una relación directa de las enfermedades degenerativas, metabólicas y de larga data -como diabetes, aterosclerosis, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, entre otras-, con la producción de radicales libres y agentes prooxidantes (3-5), Una de las enfermedades sociales, presente desde la antigüedad, es el alcoholismo. El alcohol es una molécula que produce daño a nivel celular, tanto ella misma como los productos de su metabolismo. Uno de los principales órganos que afecta es el hígado (6-8), El alcohol es una molécula con gran capacidad de incrementar el estrés oxidativo celular (4), La apoptosis celular es uno de los principales tipos de muerte celular programada. La apoptosis es un fenómeno biológico fundamental, permanente, dinámico e interactivo. Existen mecanismos pro y anti apoptóticos, regulados genéticamente, que actúan de forma activa (pues consumen energía) y equilibrada. La apoptosis está directamente asociada al incremento del estrés oxidativo (9,10), La cáscara y semilla de la uva, así como el vino, tienen entre sus componentes a polifenoles, vitaminas C y E, flavonoides, entre otros, todos ellos con capacidad antioxidante y que sugieren protección tisular frente al estrés oxidativo (11-13), Por ello, nos propusimos observar y determinar la capacidad hepatoprotectora antioxidante, inducida por las semillas y cáscaras de la Vitis vinifera L. (uva), en polvo (cas-sem), en animales de experimentación con agresión alcohólica, mediante la prueba del TBARS (sustancias reactivas al ácido tiobarbiturico). Las cáscaras y semillas son un desecho aprovechable de la uva que se obtiene del primer paso del proceso de obtención del vino. Entre sus componentes, existen compuestos antioxidantes que pueden servir, utilizando a estas cáscaras y semillas desecadas y trituradas (cas-sem) como materia prima base para el preparado de alimentos semi-procesados, como mermeladas, harina, fibra dietaria, entre otros. Los componentes antioxidantes de la uva y presentes en el vino, así como en otras frutas, verduras y alimentos vegetales, hacen tener a la mano alimentos que favorecen el cuidado y preservación de la salud (6,7), La asociación conocida del estrés oxidativo a enfermedades metabólicas -como diabetes mellitus-, degenerativas -como el cáncer- y otras -como las enfermedades cardiovasculares- estimulan la investigación de compuestos, fármacos y alimentos con capacidad antioxidante, a partir de diversos productos naturales, tales como la uva y sus derivados (9,11,13), El consumo social de alcohol y las consecuencias que genera su consumo, sobre todo en el hígado, es otro de los factores que fundamentan este estudio, toda vez que la investigación se realizará en el tejido hepático, analizando los daños que produce la ingesta de alcohol en animales de experimentación -midiendo el estrés oxidativo mediante la prueba de TBARS- y observando la protección con la ingesta de cáscaras y semillas de uva en otro grupo. La protección del organismo frente al estrés oxidativo es natural, pero se encuentra relacionada a las moléculas que se ingiere en la dieta y las cáscaras y semillas de la uva; al tener entre sus componentes sustancias antioxidantes, pueden ser una alternativa de protección natural. La paradoja francesa constituyó un interesante punto de partida, al mostrar cómo en Francia existe un riesgo bajo de padecer enfermedades cardiovasculares en la población, a pesar del elevado consumo de grasas saturadas de origen animal. Renaud y col. (14) descubrieron que la dieta de los franceses difiere de la de otros países desarrollados por el consumo de vino tinto. Los estudios epidemiológicos de Hertog y col. (15), Hein y col. (16) y McElduff y col. (17) relacionan el consumo moderado y regular de vino con una disminución del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, crónicas y degenerativas, realizados a raíz de la paradoja francesa. Las uvas y vinos contienen una gran variedad de compuestos fenólicos, de muy diversas estructuras químicas y pesos moleculares, cuya cantidad total y la proporción en que aparecen dependen de una serie de factores, como la variedad de la uva, el área de producción, la climatología, las técnicas agrícolas, los métodos de vinificación, el procedimiento de prensado de la uva y el tiempo de fermentación del mosto con la piel y las semillas (18-20), Los compuestos fenólicos de la uva se localizan en las partes sólidas: cáscara, semilla y tejido vascular. En la pulpa, destaca la presencia de ácidos fenólicos y sus derivados (21), Los flavonoles y antocianos se encuentran localizados en las células de la cáscara de la uva, siendo estos últimos responsables del color rojo de los vinos tintos. Las procianidinas y flavanoles se localizan en las semillas de las uvas. En los vinos blancos, los fenoles mayoritarios son aquellos procedentes de la pulpa, mientras que en los tintos, la maceración alcohólica de los hollejos y las semillas permite la liberación y solubilización de los flavonoides (13,22,23), Las especies reactivas de oxígeno (ROS) son especies químicas radicales y no radicales que, debido a su inestabilidad, se comportan como agentes oxidantes. Las ROS pueden tener en nuestro organismo un origen endógeno relacionado con el metabolismo del oxígeno y con distintas reacciones de defensa de nuestro sistema inmunológico (24), También, pueden provenir de fuentes externas: el tabaco, la contaminación del aire, la radiación ultravioleta y la de alta energía, el ozono o ciertos medicamentos. El organismo dispone de mecanismos de defensa antioxidante frente a las especies reactivas de oxígeno, que comprenden sistemas enzimáticos y no enzimáticos (25), Sies (24) y Halliwell (25) señalan que ciertas enzimas -como superóxido dismutasa, catalasa, glutatión peroxidasa o glutatión reductasa-, neutralizan las especies reactivas. Los sistemas defensivos no enzimáticos abarcan una serie de compuestos antioxidantes, como albúmina, ceruloplasmina, transferrina, glutatión, bilirrubina, ácido úrico, ubiquinona o melatonina. En ciertas situaciones extremas, estas defensas no son suficientes y las especies reactivas producen daño oxidativo, tanto en biomoléculas como en componentes celulares (26), El daño oxidativo se relaciona con el origen y desarrollo de ciertas enfermedades multifactoriales de carácter crónico, como la oxidación de las LDL y la enfermedad cardiovascular, así lo refiere Berliner (27) ; también, está relacionado el daño oxidativo al ADN (21) y la oxidación de las proteínas de las lentes oculares y la alteración de la visión, como lo refieren Dean y col. (28) y Taylor A (29), Los estudios de Taylor (29) y Gerster (30) señalan que la ingesta de alimentos ricos en sustancias antioxidantes -como vitaminas C y E, carotenoides o compuestos fenólicos- previenen o disminuyen el desarrollo de estas enfermedades, señalando que la dieta aumenta la defensa antioxidante del organismo, evitando el daño oxidativo. Los compuestos fenólicos son sustancias orgánicas ampliamente distribuidas en el reino vegetal. Se sintetizan como metabolitos secundarios, con funciones de defensa, y son en gran medida responsables de las propiedades del color, la astringencia y el flavor (sabor y aroma) de los vegetales. Se encuentran en las verduras, frutas y en productos derivados, como el vino o la cerveza. Todos tienen en su estructura uno o más anillos aromáticos, con al menos un sustituyente hidroxi, como lo describe Bravo L (31), Su estructura química es propicia para secuestrar radicales libres, debido a la facilidad con la que el átomo de hidrógeno -desde el grupo hidroxilo aromático- puede ser donado a la especie radical, y a la estabilidad de la estructura quinona resultante, que soporta un electrón desapareado. La actividad antioxidante de los polifenoles depende del número y la localización de los grupos hidroxilo que contiene en su estructura. Además de su actividad antioxidante, se ha atribuido las siguientes propiedades biológicas a los compuestos fenólicos: Laughton (32) indica que estos compuestos inhiben la agregación plaquetaria; Andriambeloson y col. (2) y Delmas (33) indican su función como agentes vasodilatadores, antiinflamatorios y anticancerígenos. Los radicales libres (RL) son moléculas que se derivan del oxígeno, están en continua formación en las células del organismo y en pequeñas cantidades no producen efectos tóxicos. En situación normal, la producción de radicales libres es constante en una concentración determinada y son neutralizados por las defensas antioxidantes, que pueden ser sustancias propias del organismo (las enzimas antioxidantes) o pueden ser sustancias presentes en algunos alimentos, como la vitamina C, vitamina E, el beta caroteno, flavonoides, entre otros (34,35), Cuando se produce un desequilibrio, ya sea por mayor producción de RL o menor acción de los antioxidantes, el organismo se encuentra sometido al denominado estrés oxidativo, que genera efectos tóxicos y patologías, fundamentalmente enfermedades aterioescleróticas (enfermedades coronarias, accidentes cerebro vasculares, obstrucción vascular de los miembros inferiores, aneurismas arteriales) (36), También, se producen daños en los ácidos nucleicos, lesiones o mutaciones celulares, que derivan en la aparición de determinados tumores. En ese sentido, los antioxidantes ingeridos a través de la dieta serían útiles para la prevención de estas patologías. Los vinos rojos contienen sustancias de la familia de los flavonoides, compuestos químicos antioxidantes que se obtiene, entre otras fuentes naturales, de la cáscara de la uva negra. Además de los flavonoides, en el vino tinto existen otros componentes -como el alcohol- que no son beneficiosos para la salud. En cuanto al aporte de nutrientes del vino (vitaminas, minerales, proteínas), no es considerable, y su aporte calórico se puede obtener de otros alimentos más saludables (3,23,33), Los compuestos polifenólicos de la uva se encuentran en la piel, especialmente en las células epidérmicas, y en las semillas. Su concentración es baja en la pulpa. Esto explica por qué el vino blanco, que no se hace con la semilla ni la piel, presenta niveles bajos de polifenoles. En este sentido, el más rico en estas sustancias es el vino tinto cabernet sauvignon (9,18), La cantidad de polifenoles en la uva depende principalmente de la variedad de la vid, del clima, del terreno y de las prácticas de cultivo. La capacidad antioxidante del vino se encuentra directamente relacionada con su contenido en polifenoles. La contribución de cada compuesto en particular depende no solo de su concentración y de su calidad antioxidante, sino que también de su interacción con otros componentes. Los compuestos interactúan entre sí, lo que puede producir efectos sinérgicos o inhibitorios. Estudios epidemiológicos y experimentales han mostrado una correlación entre el consumo moderado de vino y la prevención de los accidentes cardiovasculares. En este proceso, el resveratrol tendría, por sus propiedades antitrombóticas, un papel inhibidor de la agregación plaquetaria o de antioxidante de lipoproteínas y pared vascular (5,36), En la actualidad, las investigaciones se centran en la acción del resveratrol sobre la expresión de genes diana implicados en la proliferación celular, a dos niveles: estudio del mecanismo responsable del efecto antiproliferativo del resveratrol en función de la dosis utilizada en hepatomas y en otras líneas de células cancerosas humanas (en particular colorrectales), e investigaciones dirigidas a determinar si los procesos de apoptosis juegan un papel en el proceso y, en caso afirmativo, estudiar la sensibilidad frente a los distintos tipos celulares. Los resultados preliminares muestran una fuerte inhibición por resveratrol de la proliferación de una línea celular de cáncer colorrectal asociada a un proceso de apoptosis, según Delmas y col (33), Es de resaltar la actual importancia de la toxicidad que conllevan los radicales libres durante los procesos biológicos, donde una de las consecuencias del estrés oxidativo es la peroxidación lipídica, cuya prevención es esencial en todos los organismos aerobios, ya que los productos derivados de este proceso pueden interactuar con el ADN y son potencialmente mutágenos. Los epóxidos formados pueden reaccionar espontáneamente con centros nucleofílicos en la célula o unirse a los ácidos nucleicos (ADN y ARN). Esta reacción puede dar lugar a citotoxicidad, alergia, mutagénesis o carcinogénesis, dependiendo de las propiedades del epóxido en cuestión. En los organismos aerobios existe una gran variedad de sistemas de defensa antioxidante, tanto enzimáticos como no enzimáticos, que se coordinan cooperativamente y protegen al organismo de los riesgos que conlleva el estrés oxidativo. Entre ellos, destacan las actividades enzimáticas superóxido dismutasa (SOD), glutatión peroxidasa (GPX) y catalasa (CAT), glutatión (GSH), además del ácido ascórbico (vitamina C), alfa-tocoferol (vitamina E), beta-caroteno, vitamina A, flavonoides y ácidos fenólicos (21), MÉTODOS Se realizó un estudio de tipo experimental, utilizándose 104 ratones albinos de laboratorio ( Mus musculus ) cepa Balb/c/CNPB, machos, adultos, de un peso entre 25 a 30 g, a quienes se les administró dieta ad libitum, y se distribuyó aleatoriamente 16 ratones en los siguientes 6 grupos: (1) grupo control, con alimento balanceado; (2) grupo cas-sem, con alimento y extracto de semillas y cáscaras de la Vitis vinifera L. (uva) en polvo (cas-sem), al 20%; (3) grupo alcohol, con alimento balanceado y alcohol al 5% en el agua del bebedero; (4) grupo cas-sem con alcohol, con alimento balanceado con cas-sem al 20% y alcohol al 5% en el agua del bebedero; (5) grupo silimarina, con alimento balanceado y silimarina 50 mg/100 g del alimento; y, (6) grupo silimarina con alcohol, con alimento balanceado y silimarina 50 mg/100 g del alimento y alcohol al 5% en el agua del bebedero. En cada uno de los grupos, la evaluación del tejido hepático para medir el nivel de estrés oxidativo se realizó a las 24 horas, 48 horas, 72 horas, 5 y 7 días. La silimarina es un principio activo de la planta Silybum marianum, popularmente conocida como cardo mariano, cuyos ingredientes activos son flavonoides, como silibina, silidianina y silicristina; tienen acción hepatoprotectora y regenerativa: los mecanismos de acción son su actividad antioxidante, por su capacidad para contrarrestar la acción de los radicales libres que se forman por acción de las toxinas y que dañan las membranas celulares (peroxidación lipídica), la Inhibición competitiva -modificando la membrana celular externa de los hepatocitos, lo cual forma un complejo que impide el ingreso de toxinas al interior de las células del hígado y la estimulación metabólica de las células hepáticas-, activa la biosíntesis del ARN de los ribosomas, estimulando la formación de proteínas, por lo que nos sirve como un compuesto de de comparación. Para las pruebas de laboratorio, se empleó equipos e instrumentos del laboratorio III-2 del Centro de Investigación de Bioquímica y Nutrición Alberto Guzmán Barrón, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Se usó para cada grupo de animales, jaulas, bebederos y comederos suficientes y alimento balanceado para ratones. Se utilizó uva negra proveniente del valle de Cañete, de la especie Vitis vinifera L., madura. Previo lavado de la uva, se separó la cáscara y las semillas, descartando el contenido del fruto; estas fueron colocadas en gasa y exprimidas manualmente, para retirar restos de jugo del fruto, colocadas sobre una fuente con papel secante, la cual se llevó a estufa de flujo de aire caliente a temperatura de 40°C por 24 horas. Se obtuvo así las semillas y cáscaras secas y posteriormente se las trituró en molino de alimentos, obteniéndose un polvo fino de cáscaras y semillas al cual denominamos cas-sem. El alimento balanceado de los animales fue obtenido del Instituto Nacional de Salud-Lima; se trituró en molino de alimentos, obteniendo un polvo fino; este se mezcló con el cas-sem, tomando una parte de cas-sem con cuatro partes de alimento balanceado, constituyéndose así una dieta con 20% de cas-sem. El alcohol fue preparado al 5% en agua envasada, comercial. Posteriormente, los animales fueron anestesiados con vapores de éter dietílico y pesados; luego, se realizó una laparoscopia, se localizó el ligamento redondo mayor del hígado, se pinzó y se extrajo el hígado, cortando los ligamentos y adherencias secundarias. El hígado fue lavado en solución fisiológica de cloruro de sodio al 0,9 g% y se le secó en papel adsorbente. Posteriormente, se pesó todo el órgano en una balanza analítica. Se encontró la relación porcentual del peso del hígado/peso del animal. El tejido hepático fue colocado en un tubo graduado y se agregó buffer fosfato 50 mmol/L, a pH 7,4, hasta completar 10 mL y se llevó al homogenizador de teflón, a velocidad constante de 300 rpm, durante 30 segundos, para que el tejido se homogenizara. En el homogenizado de hígado, se determinó el estrés oxidativo, mediante la evaluación de la lipoperoxidación o peroxidación lipídica por la prueba de las especies reactivas al ácido tiobaritúrico, por método espectrofotométrico a 535 nm. Los estadísticos descriptivos usados fueron la media o promedio aritmético, la desviación de estándar y la variación porcentual. Se usó la prueba t de student de la diferencia para el análisis de comparación entre los grupos, para un nivel de significancia de p < 0,05 en una gráfica de dos colas, comparando el grupo cas-sem y grupo alcohol con el grupo control, el grupo cas-sem alcohol con el grupo cas-sem y el grupo silimarina alcohol con grupo silimarina. Para el análisis respectivo, se utilizó el paquete estadístico SPSS 13,0. RESULTADOS El consumo de cas-sem en el alimento y los volúmenes de alcohol ingerido en los diferentes grupos no tuvieron diferencias significativas ( p > 0,1). La relación del peso del hígado/peso del animal, con 24 horas de tratamiento de los diferentes grupos, fue mayor en el grupo que ingirió alcohol (5,79%), con un incremento de +36,68% del tamaño del hígado, denotando hepatomegalia, de manera significativa ( p = 0,0019). El menor incremento de la relación porcentual peso del hígado/peso del animal fue en el grupo cas-sem (4,24%), que representa hepatomegalia, correspondiente a un aumento de 13,61%. La comparación de los grupos silimarina y silimarina alcohol, no mostró diferencia significativa ( p = 0,6735) ( tabla 1 ). A las 48 horas de tratamiento, el grupo que observó mayor relación del peso del hígado/peso del animal fue el grupo alcohol (5,80%), que denotó un crecimiento hepático de 23,78% (hepatomegalia), con diferencia significativa ( p = 0,0397). El grupo cas-sem alcohol no tuvo diferencia ( p = 0,0944).
- La comparación de los grupos silimarina y silimarina alcohol no mostró diferencia significativa ( p = 0,749) ( tabla 1 ).
- La relación del peso del hígado/peso del animal en los grupos con 72 horas de tratamiento fue mayor en el grupo que ingirió alcohol (7,68%), con un incremento de +58,25% del tamaño del hígado, denotando hepatomegalia, de manera significativa ( p = 0,0021).
El menor incremento de la relación porcentual peso del hígado/peso del animal fue en el grupo cas-sem (5,28%), que representa hepatomegalia, correspondiente a un aumento de 8,88%, variación no significativa ( p = 0,1564). La comparación de los grupos silimarina y silimarina alcohol fue de 6,12% de hepatomegalia, cifra sin diferencia significativa ( p = 0,4733) ( tabla 1 ).
A los 7 días de tratamiento, la relación porcentual del peso hepático/peso del animal fue mayor en el grupo que consumió alcohol (7,13%), observándose una hepatomegalia correspondiente a 44,32%, con diferencia significativa ( p = 0,0061); mientras tanto, en el grupo cas-sem alcohol no hubo variación significativa ( p = 0,1907).
La hepatomegalia del grupo silimiarina alcohol, en comparación al grupo silimarina, ocurrió en 10,32%, incremento sin diferencia significativa ( p = 0,2083) ( tabla 1 ). Al observar la variación de la relación porcentual peso del hígado/peso del animal en el tiempo de tratamiento, existe en el grupo alcohol un constante incremento, siendo el mayor a las 72 horas; además, los valores que denotan hepatomegalia siempre fueron mayores en el grupo alcohol que en los otros tratamientos. La silimarina, medicamento que nos sirvió de comparación, mostró su efecto protector tras observar la relación peso hígado/peso del animal % (hepatomegalia), siendo sus valores siempre menores que los demás grupos y no existiendo diferencia significativa entre el grupo con silimarina y el de silimarina alcohol, demostrando así la protección de la silimarina, como se muestra en la figura 2, La lipoperoxidación hepática (TBARS) basal observada en el grupo control fue de 55,52+6,08 nmol/g; después de 24 horas de tratamiento con cas-sem, la lipoperoxidación hepática fue 47,46+6,72 nmol/g. En el grupo alcohol, fue 63,91 nmol/L y, en el grupo cas-sem alcohol, fue 43,71 nmol/g, sin diferencia significativa. Después de 48 horas de tratamiento, la lipoperoxidación en el grupo cas-sem fue 45,54+4,21 nmol/g, mientras que se apreció un incremento en los grupos alcohol (67,07+8,15 nmol/g) y cas-sem alcohol (47,30+4,60 nmol/g). El incremento de lipoperoxidación en el grupo alcohol fue significativamente alto ( p = 0,003) y la disminución de la lipoperoxidación en el grupo tratado con cas-sem fue significativamente menor ( p = 0,035).
- La peroxidación lipídica en los grupos de silimarina y silimarina alcohol fueron menores y entre ellos no hubo diferencia significativa ( p = 0,479) ( tabla 2 ).
- La lipoperoxidación a las 72 horas de tratamiento fue significativamente menor en el grupo que consumió cas-sem (41,55+7,08 nmol/g; p = 0,024).
La comparación de la lipoperoxidación entre los grupos silimarina y silimarina alcohol no muestra diferencia significativa ( p = 0,091) ( tabla 2 ). A los 7 días de tratamiento, el valor de la lipoperoxidación en el grupo cas-sem siguió reduciéndose (40,85+4,31 nmol/g), con diferencia significativa ( p = 0,007), y la de los grupos alcohol y cas-sem alcohol se incrementaron a 61,91+10,36 nmol/g y 63,10+4,20 nmol/g, respectivamente ambos de manera significativa. En la comparación de los valores del daño oxidativo, expresado en porcentaje de daño o protección hepática, es evidente el daño producido por el alcohol, siendo mayor a las 48 horas, pero con tendencia elevada; la protección que brindó el cas-sem a la agresión del alcohol (grupo cas-sem alcohol) fue hasta las 48 horas; menor a las 72 horas, recuperó la protección a los 7 días (168 horas). DISCUSIÓN En la actualidad, se conoce el efecto de los antioxidantes en la salud del hombre. Históricamente, se le atribuyó este rol a la vitamina E, posteriormente se extendió a otras moléculas, pero fueron los estudios epidemiológicos los que dieron luces del efecto antioxidante.
- Varias de estas investigaciones demostraron que el consumo de vino era saludable y que reducía significativamente la morbilidad y mortalidad por enfermedades cardiovasculares.
- Entre estas demostraciones se tiene el consumo de frutas, verduras y consumo moderado de vino, demostrando una reducción incluso de las placas ateromatosas.
Estudios posteriores demuestran que el consumo de alimentos que contienen compuestos fenólicos -como frutas frescas, verduras, aceite de oliva, uvas y vino dependiendo su maduración (36) -, disminuye el riesgo de sufrir de enfermedades cardiovasculares (37),
Estudios de investigación científica revelan que la mortalidad celular y la enfermedad se deben a desórdenes metabólicos en la célula, principalmente por el incremento del estrés oxidativo. El organismo posee ciertas defensas antioxidantes, basadas en sistemas enzimáticos y substratos intracelulares; entre estos se tiene a la superóxido dismutasa, catalasa, glutatión peroxidasa, vitaminas C y E, uratos, glutatión, entre otros.
El alcoholismo es una enfermedad en la que se ve incrementado el estrés oxidativo, que origina una serie de distorsiones funcionales hepáticas. Uno de los signos de alteración de la función del tejido hepático es el aumento del tamaño celular, que conlleva a un incremento en el volumen y peso del hígado, que se conoce como hepatomegalia.
- Es por esta razón que, una de las evaluaciones iniciales y cuantitativas que realizamos fue medir el peso del hígado en los animales de los diferentes grupos tratados.
- La relación porcentual peso del hígado/peso del animal mostró rápidamente un incremento en aquellos casos en los que se administró alcohol, a las primeras 24 horas de manera significativa, 36,68% más respecto al grupo control ( p = 0,0019).
En los animales que recibieron cas-sem, se observó incremento de 13,61%, pero no significativo ( p = 0,731). Y, en los que recibieron cas-sem alcohol, la hepatomegalia fue de 19,99%, elevación con significancia ( p = 0,0342), pero menor que la del grupo de animales que ingirió alcohol solo, observándose ya una protección del cas-sem frente a la injuria del alcohol, tal como se aprecia en el tabla 1,
A las 48 horas de tratamiento, se observó hepatomegalia en el grupo de animales que ingirió alcohol, aumentando de 13,69% a 23,78% la relación del peso del hígado/peso del animal; y, respecto al grupo que consumió cas-sem con alcohol, el porcentaje de 19,99 % (a las 24 horas) se redujo a 11,82% a las 48 horas, observándose así el efecto hepatoprotector del cas-sem sobre la injuria del alcohol, esto en función a que no existe diferencia sigificativa con el grupo que consumió solo cas-sem ( p = 0,0944) ( tabla 1 ).
El crecimiento del hígado o hepatomegalia es un signo común que antecede principalmente a la cirrosis hepática, causada por alcoholismo o como secuela de hepatitis A o B, pero que también puede indicar la presencia de algún tipo de leucemia, parásitos, tumores, anemias, insuficiencia cardiaca o enfermedad cardiaca congénita, además de otros trastornos metabólicos (7,15),
- Este abuso del alcohol altera las células del hígado, que aceleran su apoptosis; aunque el hígado tiene la capacidad de regenerar las zonas afectadas, va dejando lóbulos; por lo que, si el alcoholismo persiste, el tejido del hígado se hará fibroso y las células ya no podrán regenerarse.
- El alcohol no solo afecta al hígado, uno de los primeros órganos en ser afectados; Álvarez-Sala y col.
señalan que también genera problemas cardiovasculares (38), En los animales con tratamiento, a las 72 horas y 7 días se observa que la relación peso del hígado/peso del animal se mantuvo siempre incrementado o mayor respecto al grupo que consumió cas-sem en sus alimentos, como se puede apreciar las figuras 1 y 2,
- El hígado presentó incremento tamaños (hepatomegalia), hasta 58,69%, a las 72 horas de consumo continuo de alcohol ( p = 0,0021).
- Además, podemos señalar que también se observó un cambio de color en el órgano, siendo más intensamente rojizo, a diferencia del color normal, que tiene mas presencia del color marrón.
Berrocal (39) indica que los cambios de coloraciones de los órganos señalan problemas internos del metabolismo, coloraciones que para el caso del hígado se relacionan con enfermedades virales, metabólicas y con el alcoholismo. Esta diferencia en los pesos de los hígados de los animales tratados con alcohol se debe también al edema y aumento del estrés oxidativo causado por el alcohol.
Tolomeo, citado por Boza López (11), indica que las enfermedades hepáticas son enfermedades relacionadas al estrés oxidativo de las células y que los mecanismos que atenúan estos efectos de los radicales libres son las sustancias antioxidantes, como vitaminas E, A, C, B6, carotenos, flavonoides, selenio, magnesio y zinc, así como compuestos vegetales, como polifenoles, taninos solubles y condensados, flavonoides, lignanos, fenoles sencillos, naftoquinonas; varios de ellos son componentes del cas-sem.
Entre los componentes de las cáscaras y semillas de la uva se encuentra el resveratol, que es un antioxidante natural; según Vázquez, Marcela y col. (8), previene los cambios bioquímicos en ratas, señalando además que en los animales de experimentación se recupera la actividad de las especies del óxido nítrico, potente mediador del bienestar cardiovascular, y mejoran los niveles de peroxidación lipídica, tal como nosotros también lo hemos encontrado con la prueba de TBAR, como más adelante detallaremos.
La actividad del cas-sem, de detener o evitar la hepatomegalia en los animales tratados con alcohol, se puede deber a que el preparado del cas-sem al 20% incluyó cáscaras y semillas de uva, que es donde se localiza la mayor concentración de resvertarol -especialmente en la cáscara-; su extracción se realiza por solubilidad etanólica, que es característica del compuesto, como lo indican Jeandet y col.
(37), Así mismo, tiene actividad anticancerígena, demostrada en células gástricas humanas y carcinoma en ratones, según lo indican Zhou y col (10), El metabolismo del alcohol se da por varias vías, entre las cuales se observa la oxidación del alcohol a acetaldehido.
- Su ulterior metabolización a acetato en la mitocondria puede disminuir por efecto de la ingesta crónica de alcohol, generándose así un exceso de acetaldehido.
- Este acetaldehido es una molécula altamente reactiva con aminas y otras moléculas.
- Establece enlaces covalentes con proteínas del hepatocito (membranas, citoesqueleto, enzimas, entre otras).
El daño puede generarse por la unión misma o por la generación de una respuesta inmunológica (autoanticuerpos) a estos compuestos (aductos), lo que genera inflamación e incremento del volumen y peso del hígado, tal como lo hemos observado en nuestros resultados (ver figuras 3 y 4 ).
Estos productos de degradación producen daño a nivel de membrana, especialmente a los lípidos que la constituyen, observándose la peroxidación de lípidos, en donde se aprecia que el acetaldehido y los radicales libres del oxígeno pueden promover la producción de peróxidos, que atacan los ácidos insaturados y, por consiguiente, la integridad de las membranas, generando entre los productos al malondialdehido.
Como señalan Ohkawa y col. (40) y Lucas y col. (41), el método usado más frecuentemente para evaluar la lipoperoxidación es la medición del malondialdehido, como sustancia reactiva al ácido tiobarbitúroico (TBARS), el cual se fundamenta en la reacción que tiene este ácido con la muestra; adicionándole un cromógeno (42), se puede medir su absorbancia, prueba de TBARS que hemos usado en esta investigación.
- La medición de la capacidad antioxidante se realiza de diferentes maneras.
- Entre estas se encuentra la prueba del TBARS.
- Esta prueba, también denominada prueba de observación de la lipoperoxidación, mide el daño causado a los lípidos, es decir, el nivel de peroxidación sufrida como consecuencia de la actividad oxidante.
El procedimiento que hemos seguido es comparar el resultado de la prueba TBARS en los hígados de los animales con diferente tratamiento y el daño con el control; así mismo, observar la significancia estadística. Los resultados en la tabla 2 muestran la lipoperoxidación por la prueba TBARS a las 24 horas de tratamiento; el único grupo que sufrió daño fue el que ingirió alcohol, con un incremento del TBARS a 63,91+7,51 nmol/g, lo que corresponde a un daño de 15,11%, a diferencia de los demás grupos, en los que hubo protección, incluso en los animales que consumieron alcohol con cas-sem.
Como ya se ha manifestado, los componentes antiestrés oxidativo de la cáscara y semillas de la uva hacen posible esta acción protectora y, más aún, conociendo que los compuestos fenólicos y otros antioxidantes son extraídos por su solubilidad en alcohol, lo que explicaría porqué en el grupo que consumió cas-sem y alcohol la lipoperoxidación fue menor.
En la tabla 2 se observa los resultados a las 48 horas de tratamiento y se puede apreciar que los animales que consumieron alcohol siempre tienen mayor lipoperoxidación (67,07 nmol/g tejido), que se traduce en un daño de 20,80%, con significancia estadística ( p = 0,003), mientras los que consumen alcohol con cas-sem siguen siendo protegidos y la variación no es significativa, 47,3 nmol/g tejido en este grupo, en comparación al grupo cas-sem, con 45,51 nmol/g tejido.
La protección del hígado frente a la agresión del alcohol y sus derivados no es únicamente por el control antiestrés oxidativo, sino que también existe un sistema enzimático de defensa antioxidante, que en combinación con los compuestos flavonoides, fenólicos y otros anti-oxidantes (23,26,32) presente en el cas-sem, permiten esta protección al hígado, como se observa.
Sin embargo, a las 72 horas y después a los 7 días, el panorama cambia. Las defensas antioxidantes provenientes del cas-sem, aparentemente no son suficientes para continuar protegiendo al hígado del ataque agresor del alcohol. Esto lo comentamos en virtud a los resultados observados en la tabla 2, en la que se aprecia que el valor de TBARS en el grupo que consumió cas-sem sigue siendo bajo, 41,55 y 40,85 nmol/g tejido, a las 72 horas y 7 días, respectivamente, mientras que los animales con alcohol evidentemente continuaron con niveles elevados (52,40 y 61,91 nmol/g tejido, a las 72 horas y 7 días, respectivamente), así como en los animales que consumieron alcohol y cas-sem simultáneamente (52,74 y 63,1 nmol/g tejido a 72 horas y 7 días, correspondientemente), como se puede apreciar en las figuras 3 y 4,
Por lo anteriormente descrito, podemos señalar que efectivamente el cas-sem tiene un efecto hepatoprotector ante la injuria causada por alcohol, protección que es efectiva hasta las 72 horas de ingesta continua del alcohol. Luego, dicha protección desciende al 7° día de la agresión con alcohol, la cual fue constante en agua del bebedero, a una concentración de 5% en volúmenes ( figura 4 ).
Empero, la protección por consumo de cas-sem al 20% en la dieta continúa su acción hepatoprotectora, al observar una reducción sostenida del valor de la lipoperoxidación, desde el primer hasta el séptimo día de tratamiento (47,46; 45,51; 41,55 y 40,85 nmol/g tejido), como se muestra en la figura 3,
- En un experimento adicional, realizado a un tiempo de consumo de 5 días, se observó que la protección del cas-sem ante la injuria del alcohol fue efectiva hasta los 5 días de tratamiento, encontrando TBARS de 55,88 nmol/g tejido en el grupo alcohol y 44,68 nmol/g tejido en el grupo cas-sem alcohol.
- En cambio, a los 7 días de tratamiento la TBARS fue de 61,91 nmol/g tejido en el grupo alcohol y 63,10 nmol/g tejido en el grupo cas-sem alcohol, entre los cuales ya no hay diferencia significativa.
Referente al tratamiento realizado con silimarina, éste se hizo con el fin de observar y comparar el daño del alcohol frente a un compuesto cuya acción hepatoprotectora está demostrada en diversas investigaciones. Dichos estudios han comprobado que la silimarina presenta un efecto protector frente al tetracloruro de carbono o toxinas, como la faloidina de Amanita phalloides,
Este efecto parece ser debido a una alteración de la permeabilidad de membrana, impidiendo el acceso de las toxinas al interior de las células. Por otra parte, la silimarina disminuye la actividad de las células de Kupffer (reduciendo la producción de radicales superóxido, de óxido nítrico y de leucotrienos) y la producción de glutatión, disminuyendo además su oxidación.
También, se dice que la silimarina actúa en ensayos in vitro como regenerador hepático. Incrementa la síntesis proteica en el hepatocito, al estimular la actividad de la ARN polimerasa I. Los animales que fueron tratados con silimarina estuvieron protegidos; así, al observar los resultados se aprecia la protección en los diferentes días de tratamiento, evidenciando un descenso de los valores de TBARS, siendo menor que los valores proporcionados por el cas-sem; los valores variaron desde 37,28 nmol/g tejido hasta 29,11 nmol/g tejido, llegando a proteger hasta en 47,56% más, respecto al grupo control.
- Para el caso de los ratones que tuvieron en su dieta silimarina y alcohol, también se observó protección, siendo los valores de TBARS mayores que en los animales que consumieron el cas-sem; es decir, estuvieron protegidos, pero el alcohol elevó la lipoperoxidación.
- La acción de los flavonoides, compuestos fenólicos, fitatos, vitaminas y otros antioxidantes permitió realizar hepatoprotección.
Sin embargo, no es allí únicamente donde actúan. Estudios recientes demuestran que el vino tiene componentes antioxidantes que evitan la oxidación de las LDL-colesterol, favoreciendo la homeostasis del colesterol. Así mismo, en voluntarios se observa que, tras el consumo de vino, aumentó la capacidad antioxidante del plasma.
Otros estudios, como los de Pari (43), señalan la utilidad del extracto de hojas de uva, como una sustancia que reduce significativamente los marcadores de estrés oxidativo en hígado y riñón, tras la administración de alcohol, mejorando la condición antioxidante de los tejidos, resultados comparables a los nuestros, utilizando las cáscaras y semillas de la uva.
En nuestras condiciones experimentales, las cáscaras y semillas de Vitis vinifera L., madura, del Valle de Cañete, desecadas, trituradas (cas-sem) y administradas por vía digestiva en la dieta al 20% a Mus musculus cepa cb/val453, machos adultos, confiere capacidad hepatoprotectora frente a la injuria provocada por alcohol al 5%, hasta el quinto día.
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¿Qué alimento tiene la uva?
Dulce y nutritiva – La uva es una fruta rica en azúcares, lo que le confiere tanto su sabor dulce como un valor energético superior al de la mayoría de frutas. La uva está compuesta sobre todo por agua y azúcares digeribles, principalmente glucosa y fructosa,
- Además, contiene minerales entre los que cabe destacar el potasio, un elemento fundamental para la regulación de la contracción del músculo cardíaco.
- Nos proporciona, asimismo, vitaminas, entre las que destaca el ácido fólico y la vitamina B6,
- El ácido fólico tiene funciones de gran importancia en el desarrollo neuronal, e interviene en la maduración de los glóbulos rojos, por lo que es importante en qualquier etapa pero especialmente en los primeros meses de embarazo.
La vitamina B6 participa en la síntesis de neurotransmisores y en el metabolismo de los hidratos de carbono y los aminoácidos.
¿Qué uva tiene más azúcar?
Si hay algo en lo que todos los nutricionistas están de acuerdo, es que el consumo de azúcar debe mantenerse al margen. Dado que las frutas son ricas en agua, fibra y vitaminas, son mucho mejores que otros alimentos con alto contenido de azúcar. Pero aún así, si lo que buscas es perder peso o reducir tu consumo de azúcar y carbohidratos haría hay ciertas frutas que debes evitar comer en exceso.
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- Una vez que los identifiques pensarás dos veces antes de consumirlas de forma constante.
- Solo es necesario cuidar las porciones y no rayar en el exceso.
Higos Los higos son las frutas más densas en azúcar que hay, con aproximadamente 8 gramos de azúcar en solo un higo mediano. Una porción de higos por lo general equivale a 32 gramos de azúcar en total en tu porción. Uvas
En una taza de uvas rojas y jugosas, encontrarás 15 gramos de azúcar, Aunque algunas uvas son más dulces que otras; las uvas verdes, por ejemplo, tienen 12% más azúcar. Eso es lo que les da su sabor super dulce. Lee también: ¿Sabías que estos alimentos provocan el envejecimiento prematuro de tu cuerpo? Lychees
Esta fruta exótica se ha convertido en la favorita de muchos. Cubiertos por piel roja, el interior blanco de la fruta es súper dulce al gusto. Una taza de lychees tiene casi 30 gramos de azúcar, Sin embargo, la misma taza tiene también más del 100% del valor diario recomendado de vitamina C. Cuida las medidas. Mangos
Si comes toda la fruta, estarás comiendo 46 gramos de azúcar, ¡eso es más azúcar que la mayoría de las donas! Sin embargo, en una porción de taza, hay 23 gramos de azúcar, aproximadamente la mitad que el mango completo. Lee también: Sigue estos tips para controlar las porciones de tus alimentos y evitar los kilos de más Cerezas
Las cerezas secas son mucho más densas en contenido de azúcar que las frescas. En ⅓ de taza de cerezas secas, hay casi 30 gramos de azúcar, Sin embargo, en una taza de cerezas frescas, hay casi 20 gramos de azúcar, Pero, las cerezas también tienen varios beneficios para la salud por sus antioxidantes y compuestos antiinflamatorios.